Nuevo rector de la Ibero Tijuana, compromiso con la institución y la sociedad

Tijuana, 25 de febrero.- El doctor Luis Arriaga Valenzuela tomó posesión ayer como rector de la Universidad Iberoamericana Tijuana y presidente del Senado Universitario, cargo que desempeñará durante cuatro años, con posibilidad de extenderlo dos años más hasta en dos ocasiones.

Egresado en 1993 de la licenciatura en Derecho en la Ibero Tijuana -su ciudad natal- trabajó en un despacho de abogados, pero a partir de 1995 ingresó a la Compañía de Jesús; decidió poner «mi ser y mi quehacer al servicio de los demás», dijo al tomar posesión.

Lorena Giacomán Arratia, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, en representación del padre provincial Luis Gerardo Moro Madrid, expuso que la Ibero es un referente de la historia y cultura de la región noroeste del país.

«Estoy segura que junto a esta comunidad lograrás la visión de la Ibero Tijuana para consolidarla como una universidad jesuita en la frontera. Sé que tu apuesta es ambiciosa para hacer de esta universidad un referente de transformación académica, cultural y social, siempre fiel al estilo ignaciano», destacó Giacomán Arratia en el mensaje a Arriaga Valenzuela.

Enfoque

La Ibero, como obra de la Compañía de Jesús, está enfocada en una educación que forme personas con una visión más amplia, más solidaria; un lugar donde se pueda convertir la experiencia humana en conocimiento para todos, un lugar de discusión de la verdad, expuso el nuevo rector.

Planteó que la misión educativa jesuita es velar y construir un cuerpo universitario unido entre jesuitas, maestros y alumnos; se pronunció por la recuperación del periodo complicado que se ha padecido y compartió su experiencia en las áreas de gestión, y poner la mirada en el exterior porque solo así una universidad que pueda ser de calidad comprometida con la obligación de cambiar.

La planeación estratégica de la Ibero Tijuana está integrada por cinco líneas que permitirán orientar el rumbo de la institución, como prioridades centrales de su rectorado, dijo y planteó la intención de concretar el proyecto educativo, reajustar las estructuras y asegurar andamiajes, así como mantener y elevar el posicionamiento de la institución como un referente del sector educativo.

Las cinco líneas de trabajo

Educación superior con excelencia académica y humana: La Ibero tiene un arraigo centenario de la tradición educativa pero también responde a la innovación que los nuevos tiempos exigen; lleva a replantear y discernir los esquemas educativos tradicionales para ofrecer programas curriculares de educación a distancia, con formatos renovados que ayuden a aprovechar al máximo las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías en beneficio de la comunidad y que lleven a la apuesta pedagógica de la excelencia.

«La renovación de nuestros programas educativos es un imperativo universal para estar a la altura de los tiempos y favorecer la generación de actitudes responsables, críticas y propositivas frente a los problemas que nos aquejan en diversos sectores», expuso el rector al destacarlos retos y ventajas de estar en una de las fronteras más transitadas del mundo y el hecho de que sus programas académicos permiten a sus egresados ser altamente competitivos en México, Estados Unidos y cualquier país.

Transformación de la realidad con una lógica de frontera: Hablar de Universidad Jesuita de Frontera, es hablar de una condición existencial y de un rasgo fundamental que la dota de identidad, sentido y perspectiva en el cumplimiento de su misión. Así, la forma en que la institución se propone incidir en su contexto será siempre a partir de la noción de frontera como un espacio de convergencia y de posibilidades de acción, expuso el rector.

«La frontera es un lugar propicio para incidir, para aportar al diálogo entre culturas, acompañar y abogar por las personas que migran en búsqueda de una vida mejor».

Identidad y comunidad universitarias: Un sello distintivo de la Ibero Tijuana es su formación humanista e ignaciana a partir del encuentro con la realidad. Este rasgo de identidad, distingue a cada una de las personas que conforman la universidad jesuita.

Universidad en red: Estamos llamados a formar una ciudadanía global que comprenda la importancia que implica la interculturalidad, con una visión que asuma la pluralidad y la variedad de otros pueblos y de formas de vida, dijo y destacó que el contexto regional permite a la Ibero generar alianzas y espacios compartidos para la creación de conocimiento y de proyectos alternativos y a la comunidad universitaria vivir experiencias amplíen sus horizontes.

En esa parte de su mensaje Arriaga Valenzuela invitó a estudiantes a buscar la vinculación con las universidades del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL).

Universidad eficiente, sustentable y en crecimiento: En concordancia con la etapa actual de la Ibero Tijuana, de búsqueda de construir su autonomía institucional e incrementar su impacto en la región, el rector anunció que invitó a colaborar a un equipo integrado por mujeres y hombres líderes de Baja California «cuya perspectiva nos permitirá avanzar de manera eficiente hacia el logro de los objetivos de la Universidad».

Luis Arriaga Valenzuela es sacerdote jesuita, abogado y doctor en Educación. Es especialista en el estudio y defensa de los derechos humanos, y en su mensaje de toma de posesión mencionó que la migración es uno de los retos de la sociedad, por lo que la Ibero Tijuana, como universidad jesuita está «especialmente llamada a proponer soluciones a la problemática regional».

De 1997 a 2001 fue maestro en Filosofía Social en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la Universidad Jesuita de Guadalajara; licenciado en Ciencias Religiosas de la Ibero y la Universidad Pontificia; doctor en Educación para la Justicia Social, y también dirigió el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y de 2018 a 2021 regresó al Iteso, ahora como director.

Al acto asistieron personalidades de diferentes sectores de la población, como el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, el secretario de Educación estatal, Gerardo Solís Benavides y el presidente del Tribunal de Justicia Electoral de Baja California, Jaime Vargas.  

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