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Cultura

Inteligencia artificial facilita la vida, pero no resuelve los problemas: Carlos Coello

Por: Alondra Flores Soto / La Jornada

Parece existir mucho temor en la población por las consecuencias de la inteligencia artificial (IA), observa Carlos Coello Coello, pionero de este desarrollo tecnológico que cada día abunda en los titulares de noticias por su avance en la vida cotidiana. “Eso me asombró bastante”, por eso considera necesario hablar de los alcances reales, pues sí bien pueden desplazar ciertos empleos, tampoco es que vayan acabar con la humanidad, “por el momento al menos no existen las condiciones para un temor fundado en esa dirección”.

Coello (Tonalá, Chiapas, 1967), es el primer especialista en ciencias de la computación en ingresar a El Colegio Nacional. El pasado 5 de mayo, el investigador y catedrático dictó una lección inaugural durante la ceremonia presidida por la astrofísica Susana Lizano, presidenta en turno del órgano colegiado, en el aula magna de la sede en la calle de Donceles. Y el discurso de ingreso fue respondido por el químico Eusebio Juarísti.

En entrevista, explica que la IA surgió en los años 50 y este es el segundo auge que tiene, aunque más fuerte. “Como tal, lo que hace es simular la forma en que los humanos resolvemos problemas en una computadora, pero siempre el objetivo ha sido facilitarnos la vida, eso no quiere decir que los vaya a solucionar”.

Agrega que “algo que mucha gente pierde de vista en torno a los programas de inteligencia artificial es que en general responden a un algoritmo y a cierta información a la que éste accede, pero no tiene conciencia como un humano”.

El experto pertenece a la generación que nació antes de la evolución de la Internet y la era digital, así que conforme se fue preparando, conoció y fue parte de los avances. “Todavía muchos no entienden cómo se hace investigación en ciencias de la computación. Piensan que es sólo escribir programas. En realidad es muy cercana a las matemáticas aplicadas”, con muchas áreas. En su caso, se especializa en algoritmos evolutivos que, basados en las teorías de la evolución natural, dan soluciones con mecanismos observados en la biología.

El Colegio Nacional, cuando lo eligió, en enero pasado, destacó que el experto, reconocido a escala mundial, protagoniza una ciencia que no estaba representada, “ha incursionado en un área de la IA, tema en pleno desarrollo y que actualmente toca diversos aspectos de nuestra vida diaria”. Egresado de la Universidad Autónoma de Chiapas y con maestría y doctorado en la Universidad Tulane (Luisiana, EU), su trabajo ha girado en torno al diseño de algoritmos.

Primer computólogo en el colegio de científicos e intelectuales, resaltó “la importancia que tiene la computación hoy día en todas las disciplinas científicas; es completamente transversal, impacta todas las áreas. A pesar de ser una disciplina joven en comparación con las tradicionales como matemáticas, física o química, ha logrado un avance muy significativo a nivel mundial, sobre todo en los pasados 30 años. Ahora está muy en boga el programa ChatGPT, todo mundo habla de él”.

Todavía sin definir las fechas para las actividades que propondrá en El Colegio Nacional, revela que tiene muchas ideas relacionadas con la IA, pero espera que los temas que lleve a difusión sean desde perspectivas diferentes, para no hacerlos demasiado técnicos, sino abordables para cualquier público. “Aparte de la IA, me gustaría llevar temas relacionados con la ciberseguridad, posiblemente bases de datos distribuidas, tal vez la Internet”.

El especialista mexicano considera plantear temas de mucho interés, entre ellos la seguridad en las criptomonedas como el bitcóin y entender por qué de repente se disparan o bajan de precio, “temas que están en los medios, pero no siempre con el sustento debido”.

El autor del libro Breve historia de la computación y sus pioneros (FCE) manifiesta su interés por las biografías de grandes computólogos, como Alan Turing o Claude Shannon.

Otra de sus propuestas es acercar la computación a niños, pues pesar de que ya hay escuelas, se debe fomentar el “pensamiento computacional” para que razonen en términos más abstractos y estructuren sus ideas. “El entrenamiento que recibimos para diseñar algoritmos y escribir problemas tiene mucha utilidad, no sólo en computación”. También considera hablar de los dilemas éticos por estas nuevos avances tecnológicos.


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