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Cultura

Rafael Mendoza presenta en Tijuana su nuevo disco ‘¡Vámonos al baile!’

Por: Jorge Anaya/ especial para La Jornada Baja California

Tijuana, BC, 16 de julio.- Rafael Mendoza, a un tiempo heredero y renovador de la tradición musical mexicana, viene a Tijuana para presentar este sábado 17 de julio, en El Lugar del Nopal, su nuevo disco ¡Vámonos al baile! Será un suceso festivo por partida doble, porque su concierto cerrará el festival con el que ese emblemático sitio cultural festeja su 26 Aniversario, festival que, como un testimonio de la mutua admiración entre el cantautor y el recinto, se llama precisamente así: ¡Vámonos al baile!

En charla con La Jornada Baja California, Rafa Mendoza habla de este nuevo hito de su larga trayectoria, que lo convierte en uno de los compositores mexicanos más prolíficos e innovadores de los años recientes, entre cuyos intérpretes figuran artistas de la talla de Eugenia León, Cecilia Toussaint y Astrid Hadad o los recordados Óscar Chávez y Amparo Ochoa. También expresa su predilección por Tijuana, ciudad “de una energía contagiante, de una belleza sórdida y de una creatividad interminable”.  

–El próximo sábado 17 de julio estarás en Tijuana para cerrar el festival ¡Vámonos al baile!, con el que El Lugar del Nopal festeja su 26 Aniversario. ¡Vámonos al baile! es también el nombre de tu disco más reciente. ¿Qué te parece este homenaje mutuo?

El Lugar del Nopal se merece un homenaje todos los días. Y lo merece porque ha generado un verdadero ambiente creativo en esta importantísima ciudad fronteriza. Mucho han de agradecer Tijuana y el país la existencia de un local que promueve la cultura en muy diversas formas y la convivencia social enriquecedora y humanista. Así que se merece un homenaje especial, porque la fiesta del 25 aniversario, que se realizaría el año pasado, se frustró a causa de la pandemia. El festejo de hoy, presencial, es ansiado, aun con las restricciones sanitarias que hemos de acatar. El Nopal se merece este homenaje y es un honor ser invitado a participar en él. Además, es otro honor muy grande que me hayan pedido el nombre de mi nuevo disco para titular esta fiesta. Gracias siempre.

–Háblanos un poco de ese disco. ¿Tiene alguna unidad temática o de género?

–Este disco es un homenaje a la música tradicional de México. Ese es el tema, el sonido y el punto de convergencia de todas las canciones. En México hay muchas y muy diversas formas musicales y solo algunas, muy pocas, por cierto, son promocionadas masivamente como la “música mexicana”. Me interesa abrir el panorama, me parece necesario que conozcamos la música mexicana en toda su diversidad. El núcleo del disco es la música tradicional mexicana; la estructura del disco está construida con diversas formas de canción mexicana tradicional y la intención es proponer una posible evolución de la tradición, para que ésta se renueve, se revitalice y nos permita también contar nuestro aquí y ahora.

–¿Cómo concebiste la idea de este disco y cuánto tiempo te llevó su realización?

–Este disco es un sueño largamente acariciado. Tengo la constante tentación de escribir mis canciones acerca de lo que hoy vivimos, de la manera en que hoy comprendemos las cosas, del cuento de nuestro momento, y poder sonar a México. En varios de mis discos aparece alguna canción con estas intenciones: alguna ranchera, algún son cercano al mariachi, alguna chilena, e incluso el canto cardenche ya tiene una propuesta en mis grabaciones. Pero el proyecto La ruta de la canción popular mexicana, que presenté al Fonca y fue aprobado, me permitió dedicarme a componer canciones en diferentes vertientes. El primero de los tres años que duró el proyecto me dediqué a componer canciones cercanas a la tradición. Buena parte de las canciones del disco Vámonos al baile vienen de este proyecto; hay otros temas que ya estaban escritos e incluso uno de ellos, De qué te cuidas, fue grabado primero ya hace años por Betsy Pecanins y después por Eugenia León a dueto con Lila Downs. En junio pasado, en medio de la pandemia, recibí la noticia de que el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura decidió apoyar mi propuesta de producción discográfica de Vámonos al baile. Así que, gracias a este apoyo, aquel sueño tan acariciado se convirtió en realidad.

–A lo largo de tu trayectoria has visitado esta ciudad muchas veces. ¿Tijuana te despierta alguna emoción especial, algún recuerdo inolvidable?

–Tijuana es la ciudad que más visito entre todas las ciudades de México. Es la única ciudad adonde voy constantemente a cantar desde hace más de 20 años. Además de la pujanza cultural que ahí descubro y admiro, he encontrado personas que son muy importantes en mi vida. Quiero y admiro a Tijuana como una ciudad de una energía contagiante, de una belleza sórdida y de una creatividad interminable.

–Imposible venir a Tijuana sin traer a cuento el asunto migratorio. ¿Alguno de los temas de tu nuevo disco alude a esta cuestión? ¿De qué manera lo aborda?

La migración es tema específico de mi disco Esté donde esté. El video para la canción que le da nombre a ese disco de 2011, realizado por Alejandro Pacheco, tijuanense por adopción, fue hecho precisamente en Tijuana. En Vámonos al baile el tema se aborda en la pirekua Los ríos de Michoacán y en el huapango La Polvareda, específicamente.

–Tu disco toca también otros temas muy sensibles en la situación actual, como la pandemia o los desaparecidos. ¿Cuál es la importancia que tiene la realidad del país en tu música?

–Tengo la convicción de que la tarea de un trovador es cantar su tiempo. Y todo tiempo se expresa en la dimensión colectiva y en la íntima. Así que por ahí va el sentido de toda mi obra. He huido también por convicción del panfleto y la canción coyuntural, para contar nuestras realidades desde lo que yo considero esencial. De tal modo que las canciones, aunque estén escritas a partir de un evento social específico, tengan una mirada más amplia y una permanencia constante.

Foto: Ramón Ruiz Sampaio

–¿Y los temas clásicos, como el amor y el desamor? ¿De qué manera los abordas?

–Me esfuerzo por evadir los lugares comunes. Intento plasmar esa mi mirada que contempla lo diverso de las historias de amor, lo rico e impredecible de la experiencia amorosa, el pulso del deseo, la búsqueda infructuosa del amor eterno, la entrega total y el amor en el contexto más amplio, donde, como dice el clásico, de verdad somos mucho más que dos.

–Tienes muchos fieles seguidores tanto en Tijuana como en el resto del país. Pero ¿qué crees que diga tu música a las nuevas generaciones?

–Aún no lo sé. He intentado acercarme a los jóvenes con temas cercanos a lo que creo que escuchan: escribo rap para algunas canciones, formas de música como el ska, el reguetón o canciones que en mi opinión se acercan al rock, al funk o al blues. Hay un contacto verdadero con los jóvenes, que a veces se hace manifiesto al final de los conciertos o cuando encuentro a un joven cantando una canción mía en el transporte público de la ciudad de México.

–Por último, una cajonera. ¿Cuáles son tus planes a corto y mediano plazo? ¿Algún otro disco en puerta?

–A corto plazo lo que sigue siempre es la próxima canción. Estoy promoviendo el regreso a los escenarios con la fuerza que me da el disco Vámonos al baile, y he programado ya conciertos entre julio y agosto que me llevan a San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro, Celaya y Toluca. Hay un próximo concierto en el Centro Cultural Los Pinos, donde estaré con varios de los músicos que participaron en la grabación del mismo.

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