En la guerra contra Francia, México resistió gracias a su tamaño
Durante la intervención francesa, a diferencia de la guerra contra Estados Unidos, México no se rindió tras la ocupación de la capital, sino que gracias al gran tamaño del país continuó su resistencia en el Norte, Sur, Occidente y Oriente, sostuvo el historiador Héctor Strobel, autor del libro editado de forma reciente Resistir es vencer: Historia militar de la intervención francesa, 1862-1867.
En entrevista con La Jornada, el investigador se refirió a una frase con que tituló uno de los capítulos de su texto editado por Grano de Sal: “‘La República se defiende con su tamaño’, estrategia que asumió Benito Juárez cuando abandonó la Ciudad de México”.
El ejército francés, que invadió México y fue vencido en Puebla el 5 de mayo de 1862, era entonces el más preparado del mundo, disciplinado y mejor armado; incluso, más que el de Gran Bretaña
, refirió.
“La famosa frase ‘el mejor ejército del mundo’, que acuñó Ignacio Zaragoza, no estaba lejos de la realidad. Estaba muy fogueado. Venía de una guerra colonial muy larga: la conquista de Argelia, de 1830 a 1860. Después de las guerras napoleónicas, Europa estuvo en paz, pero Francia sostuvo enfrentamientos militares en Crimea e Italia.”
Su milicia era adecuada para tácticas en el desierto, marítimas y anfibias, y estaba armada con la tecnología más moderna de la época, pero que este mejor ejército del mundo llegue a Veracruz y se proponga hacer una guerra a un país entero es otra cosa
, comentó el doctor en historia por El Colegio de México.
Esta guerra, agregó Strobel, estaba muy vinculada con lo regional; incluso, “continúa conflictos locales de viejo cuño, como los de pueblos contra haciendas. El ejército francés es rechazado en Puebla, vuelve al año siguiente y la toma; después, la Ciudad de México. Hay matices muy particulares en cada región, en la que se combinan muchos factores con la entrada de un ejército externo y los problemas que desencadena.
“Un norte donde la tierra está acaparada por ciertas familias, latifundios que desde tiempo atrás han querido ser divididos, por ejemplo, desde la época colonial el de la familia Sánchez Navarro, en Coahuila. Se empieza a fragmentar por líderes liberales que se posicionan contra la hacienda aliada al Imperio. Pasa lo contrario en el sur, donde el famoso liberal Juan Álvarez, en Guerrero, es atacado por comunidades indígenas a las que no había cumplido el reparto agrario y se alían con el ejército francés.
La guerra tiene muchas dinámicas, y la importancia de los pueblos indígenas en esta contienda bélica no había sido suficientemente explorada
, dijo Strobel.
Recordó que la intervención francesa es un tema clásico de la historiografía nacional, y se empezó a escribir durante la contienda bélica. “En el porfiriato fue esencial, porque justificaba la dictadura y el liberalismo gobernante, y en la Revolución (Mexicana) se trató también; sin embargo, no se había estudiado desde la academia.
“En los años 80 se empezó a redescubrir la historia militar de estos asuntos y a surgir historiadores a quienes interesaba desde la perspectiva de los pueblos indígenas y la historia social y cultural. A partir de la década de 1990 hay gran cantidad que se ha dedicado a estudiarla desde la perspectiva militar, pero concentrados en los estados.
Faltaba una historia que los englobara, y me lancé a escribirla, con gran sustento en la historiografía de los 30 años recientes, pero también con una revisión de archivos históricos de ambos países
. Resistir es vencer fue reconocido con el premio de la Comisión Internacional de Historia Militar en 2021.