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México

Alcanzar la equidad, lucha sin descanso

Por: Carolina Gómez Mena / La Jornada

A poco menos de siete meses de que concluya el sexenio, el balance sobre la agenda de género y su impacto en las políticas públicas divide al movimiento feminista. Desde las instancias oficiales para la atención a mujeres se insiste en que la Cuarta Transformación ha «puesto en el centro sus necesidades» y ha «aumentado significativamente» las inversiones destinadas al sector.

En esta administración, el Programa para el Adelanto, Bienestar e Igualdad de las Mujeres canalizará 2 mil 144 millones de pesos y para el Fondo para el Bienestar y Avance de las Mujeres serán 541.5 millones.

Mientras, las organizaciones feministas lamentan la «cerrazón al diálogo» con las agrupaciones civiles defensoras de los derechos de las mujeres, así como que se las haya identificado como grupo ligado a la oposición.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía refiere que por cada 100 hombres hay 108 mujeres. Pese a ser mayoría –52 por ciento de la población– «vivimos con miedo y seguimos en desventaja en el acceso a nuestros derechos, porque el patriarcado es como la humedad; está en todas partes«, indica Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios.

Subraya que «el feminismo es el único movimiento político capaz de hacer una transformación poniendo en el centro la igualdad y los derechos de las mujeres» y subraya que este 8M «al feminismo no lo va a callar o detener la veda electoral«.

En la víspera de la marcha por el Día Internacional de la Mujer (8M) Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) asegura a La Jornada que «la 4T es feminista«, y que «la igualdad de género, prevención y atención de la violencia son una prioridad […] se ha ido a trabajar en el territorio, no nos hemos quedado en el escritorio a sólo hablar, sino que hemos salido a hacer, y de la mano de todos los sectores«.

Destaca que se avanzó en corregir la «fragmentación en la prevención, atención y sanción de la violencia de género. Se creó un grupo interinstitucional para atender esa situación y se desarrolló un modelo integral de prevención primaria de la violencia. Hoy se trabaja en otro de erradicación”.

Aumentaron, «significativamente» las inversiones destinadas al sector. A través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres se gestionan «más mil millones pesos para fortalecer los Centros de Justicia para las Mujeres, las unidades locales de atención y los refugios» para acoger a víctimas de violencias machistas.

Se canalizan «más de 400 millones de pesos» para prevención del embarazo adolescente, «y ha dado resultado, porque ha descendido la fecundidad adolescente en 17 por ciento en lo que va del sexenio«.

Gracia Alzaga, coordinadora nacional de Mujeres Jóvenes, de la candidata a la Presidencia, Claudia Scheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, coincide en que la 4T «es feminista«, no sólo porque en ella participan, proponen e impulsan cambios, mujeres feministas, sino también por las políticas y cambios legales logrados.

Entre ellos «la reforma constitucional para que dejáramos de ser cuotas, y realmente hubiera paridad en los congresos y en los puestos de toma de decisiones más importantes«, como son las secretarías de Estado.

Reconoce los desafíos que imponen más de tres décadas de políticas que invisibilizaron los derechos de las mujeres, pero desde los movimientos feministas «se debe hacer autocrítica y enfatizar no sólo aquello que no se hizo, sino qué falta por hacer y cómo se hará«.

Fátima Gamboa, directora de Equis Justicia para las Mujeres, asevera que «el panorama no es favorable. En este sexenio hay una cerrazón al diálogo con la sociedad civil, pero también señalamientos del Ejecutivo federal, identificándonos como movimiento de alguna manera opositor o que ha sido utilizado por la derecha«, lo cual descarta.

Nada que festejar

La Coordinación 8M, que aglutina a colectivos, asevera que el 8M «no tenemos nada qué festejar«, porque «enfrentamos el recrudecimiento de la violencia feminicida, desaparición, militarización y criminalización de nuestro movimiento«.

Advierte también sobre el avance de la ultraderecha que, “nos arrebata conquistas históricas, como en Italia y Argentina, y aclara que ante la coyuntura electoral, en la que dos de las principales aspirantes son mujeres, no nos confundimos y mantenemos la autonomía de nuestro movimiento«.

ONU Mujeres México, precisa a este medio, que el país «destaca por impulsar y adoptar marcos normativos progresistas en materia de igualdad de género, y así se ha demostrado en los últimos años«.

Remarca «las reformas constitucionales para garantizar los derechos político-electorales de las mujeres; la de 2018, conocida como paridad en todo, para garantizar la representación igualitaria en todos los poderes y niveles del Estado y la de 2023, conocida como tres de tres, para asegurar que las personas que se postulen a cargos de elección no tengan antecedentes por violencia contra las mujeres«.

Sin embargo reconoce que la prevención de la violencia antifemenina «sigue siendo un reto, no sólo para México, sino para la humanidad. El avance en los derechos de las mujeres a nivel mundial no sólo se ha desacelerado, sino que, en algunos casos, ha retrocedido«, alerta.

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