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Los sobrevivientes de la dictadura chilena tenemos la obligación de contar lo que pasó

Por: Ángel Vargas

Ciudad de México, 24 de agosto.-La memoria está triunfando en su lucha contra el olvido en Chile, afirma la ex presa política Wally Kunstmann en vísperas de cumplirse el cincuentenario del golpe militar contra el gobierno de Salvador Allende, el próximo 11 de septiembre.

“Me da mucha satisfacción que en mi país ahora casi todos los estudiantes de carreras humanistas centran sus tesis en las violaciones contra los derechos humanos o al tema del Estadio Nacional, el primer y mayor campo de concentración en la dictadura, además de que hay infinidad de organizaciones de defensa de derechos humanos y es un tema presente en casi todos los estamentos del Estado”, explica la activista política.

“A lo mejor no es todo lo que quisiéramos, pero debemos ser justos y reconocer que sí ha habido un cambio. Muchos escritores dedican sus trabajos a ese tema. Ahora hay sitios de memoria en todo Chile, que están a cargo de las organizaciones de ex presos políticos, aunque son propiedad del Estado.”

Feria del Libro

Wally Kunstmann se encuentra en México para presentar el libro Cien voces rompen el silencio: Testimonios de ex presas y ex presos políticos de la dictadura militar en Chile (1973-1990), del cual es la recopiladora, y participar en una serie de mesas en la Feria del Libro de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). El libro fue editado en 2008 en su país y ahora en el nuestro por la UACM y el Fondo de Cultura Económica.

A partir del golpe encabezado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, Kunstmann se incorporó a trabajar políticamente en la clandestinidad hasta que a finales de 1975 fue apresada y un año después, gracias a gestiones familiares, salió exiliada a Venezuela, donde residió 19 años, sin nunca desligarse de lo que ocurría en su país y denunciarlo internacionalmente.

Antes había militado en el Partido Comunista chileno y defendió al gobierno de Allende desde instancias organizadas del pueblo, como las Juntas de Abastecimiento y Precios, que enfrentaban el desabastecimiento, el mercado negro y la especulación de precios.

Esfuerzos

A su regreso a Chile, buscó la manera de sumarse a los esfuerzos para denunciar el infierno de la dictadura y emprendió una férrea lucha contra el olvido. Así promovió las agrupaciones de ex prisioneros políticos, convirtiéndose en la primera presidenta del Regional Metropolitano de ex presas y ex presos políticos, además de promover la Red de Sitios de Memoria y la declaratoria del Estadio Nacional como monumento histórico, de cuya comisión ha sido la primera presidenta.

“Aunque en el Regional Metropolitano logramos que el Estado reconociera nuestra condición de víctimas, nunca me he sentido tal, soy una luchadora (social y política) y por eso me apresaron; víctima es cuando a alguien le hacen algo sin razón”, aclara Wally Kunstmann, quien recuerda que esa agrupación nació a raíz de que Pinochet fue detenido en Londres en 1998 y que el gobierno desoyó las peticiones y exigencias de los sobrevivientes de la dictadura para permitir su enjuiciamiento en el extranjero.

Fue entonces cuando ella advirtió que nadie contaba lo que pasó en la dictadura, con excepción de algunos libros y otro tipo de publicaciones hechas por historiadores y periodistas que, si bien estaban bien narrados, a su parecer distaban de la historia real.

Sobrevivientes

“Los sobrevivientes tenemos el derecho y la obligación de contar la historia como fue, las experiencias como las vivimos, de cómo las fuerzas armadas, en general, fueron capaces de hacer esas atrocidades contra sus compatriotas, de cómo una persona tan allegada a Allende, como Pinochet, fue capaz de tanta hipocresía, de traicionarlo y tener la tamaña cobardía de organizar un golpe de Estado y la tragedia.”

En 2002 hizo un mapa de las cárceles clandestinas y centros de tortura del Chile de la dictadura, al considerar que “era una de las mejores formas de mostrar, en especial a los jóvenes, que el terrorismo de Estado en Chile se aplicó en todo el país”.

Monumento

Además de la declaratoria del Estadio Nacional como monumento histórico y que se establecieran allí tres memoriales –entre éstos uno dedicado a los prisioneros de Chile y otro a los trabajadores que fueron apresados, torturados o asesinados en los primeros momentos del golpe militar–, una de las grandes satisfacciones de Wally Kunstmann fue lograr que el Estado chileno hiciera “una reparación” a los prisioneros políticos.

“Esta reparación no debía limitarse sólo a lo económico, sino que tenía que ser una reparación de nuestro honor, una reivindicación de nuestro nombre, porque habían dicho que éramos delincuentes, terroristas.”

Para la activista, la mejor conmemoración de los 50 años del golpe militar en su país es “hacer el recuerdo de esa fecha fatídica, grave, pero, sobre todo, de la desaparición de nuestro presidente. Creo que eso fue lo principal en los sentimientos de todos, porque Allende era algo especial, el faro adonde nosotros queríamos llegar y caminar.

“No podemos olvidarla hoy ni queremos que ocurra nunca. Queremos que esté en la historia de Chile, que no la vayan borrando de las páginas de nuestra historia. Tampoco están las páginas que deberían estar en los libros de historia, en los colegios, los liceos y los programas de estudio. A ese episodio lo toman como una cosita que pasó y adiós.”

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