Condenan a Dani Alves en España a 4 años y medio de cárcel por violación
El futbolista brasileño Dani Alves fue condenado este jueves a cuatro años y medio de prisión por agredir sexualmente a una joven en la discoteca Sutton, ubicada en Barcelona, a finales de 2022.
Magistrados consideraron «acreditado que la víctima no consintió y que existen elementos de prueba, además del testimonio de la denunciante, para entender probada la violación», de acuerdo a un comunicado del tribunal.
Además, Dani Alves también fue condenado a cinco años de libertad vigilada, orden de alejamiento de la víctima por nueve años y medio, así como al pago de una indemnización que asciende a 160 mil dólares.
Desde que inició el juicio, la Fiscalía dio credibilidad al relato de la víctima, y se estimaba que la condena sería de nueve años de prisión, pero la defensa del ex jugador Barça y PSG, de 40 años, solicitaba su absolución.
Alves, quien lleva recluido 13 meses, fue conducido a la audiencia de Barcelona en un vehículo de la policía, y tras conocer su condena, su abogada aseguró que el futbolista se encuentra “entero”.
“Vamos a recurrir la sentencia, que sigo creyendo y defendiendo la inocencia del señor Alves. El señor Alves está entero, tengo que estudiar la sentencia”, señaló la abogada Inés Guardiola.
Los hechos
Dani Alves fue acusado de haber abusado sexualmente de una joven en la discoteca Sutton, de Barcelona, la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022.
De acuerdo a información revelada en la Fiscalía, el futbolista -acompañado por un amigo- coincidió con la mujer, quien iba con su prima y una amiga, en una zona reservada de la discoteca Sutton.
Alves les invitó champán, para posteriormente entrar con la joven a otra área exclusiva en donde había un baño, en donde, de acuerdo a los magistrados “el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir».
La versión de violación ha sido negada por Alves, incluso durante su declaración en el último juicio, en el cual manifestó que las relaciones fueron consentidas tras una «tensión sexual» entre ambos antes de ir al lavabo.
Sin embargo, desde el inicio y hasta el final del juicio, magistrados desestimaron que “la denunciante haya bailado de manera insinuante, ni que haya acercado sus nalgas al acusado, o que incluso haya podido abrazarse al acusado, puede hacernos suponer que prestaba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir».
La víctima, quien declaró el primer día en un juicio privado y con medidas para proteger su anonimato, no persigue fines económicos, de acuerdo a magistrados.
El tribunal ha considerado el relato de la joven como «coherente y especialmente persistente», además de que hay pruebas como lesiones que «hacen más que evidente la existencia de violencia para forzar su voluntad».
