Día de la Independencia Argentina: entre nostalgia, enojo y esperanza
Buenos Aires, 9 de julio. – “La pregunta obligada que tenemos que hacernos como argentinos es: ¿somos realmente libres o independientes?, ¿o estamos otra vez ejecutando políticas dictadas desde afuera, aceptando sin chistar condiciones del FMI o de otros, que perjudican tanto a nuestra gente? Porque lo que se vive hoy en la Argentina no es solamente un ajuste, ni una crisis, ni una tormenta pasajera; es un verdadero problema estructural”, se escuchó decir en un audio a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dirigido a los miles de militantes peronistas que ayer, 9 de julio, se reunieron en el Parque Lezama para celebrar el Día de la Independencia.
El colectivo Argentina con Cristina convocó a la movilización, que fue atendida por cientos de personas –adultos mayores, adultos, jóvenes y hasta niños–. En el auditorio del parque porteño, la voz de la ex mandataria, quien actualmente cumple arresto domiciliario en su departamento de Constitución, retumbó como un eco.
“Este 9 de julio no alcanza con recordar la independencia. Hay que reconocer que esa independencia, que tanto costó construir, que llevó a nuestros próceres a sacrificar sus vidas, es la que está en peligro y es la que tenemos que volver a defender y construir”, dijo.
Para llegar al Parque Lezama desde la Avenida 9 de Julio –esa que tiene un mural gigante de Evita Perón, similar al del Che Guevara en la Plaza de la Revolución, en La Habana, Cuba–, se camina por el tradicional barrio de San Telmo. Ayer, en medio de tiendas de antigüedades, bares y bodegones pintados con fileteado porteño, se observaban en el piso pequeñas hojas blancas con la leyenda “Cristina Libre”, mientras que en las paredes se veían carteles y pintas a favor de la ex mandataria.
Ese pequeño recorrido de unos 20 minutos desde la 9 de Julio se sintió ayer como una bienvenida del peronismo, que hoy más que nunca evoca su “belle époque” –no aquella en la que Evita y Perón saludaban victoriosos desde el balcón, sino la de la época más combativa y organizada–.
Justamente, en su discurso, Fernández de Kirchner afirmó: “Hoy, en el Día de la Independencia… créanme que, como argentina, no recuerdo otro 9 de julio como este. Desde el año ’56, después de que derrocaron a Perón y lo trajeron al Fondo Monetario (el FMI), no recuerdo este grado de dependencia”. Para enfrentar el endeudamiento que atraviesa el país, propuso actuar como lo decía Néstor Kirchner: “Las tres C: cabeza, corazón y coraje”.
“Hoy el problema es mucho más grave que en aquel momento [cuando asumió Néstor Kirchner]. Tenemos que tomar una justa dimensión del problema: le debemos al FMI más de 65 mil millones de dólares”, alertó la expresidenta, y enfatizó: “Más desastre no se puede imaginar”.
“Y ya estamos viendo cómo funciona ese modelo para la gente, donde no solo se endeuda al país, sino que también se endeuda a las familias. El 90% de la población argentina tiene deudas, y el 12% de los hogares tiene más de tres deudas a la vez”, destacó, y comentó: “El 76% de esas deudas no tienen cómo pagarlas”.
Un festival peronista, pero no de dulce de leche… agridulce
En la explanada del Parque Lezama, con la Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad de fondo, cientos de peronistas –con mate y fernet en mano, entre el olor de los choripanes y el asado que ardía en las parrillas– bailaron y entonaron música folklórica –que encontró su sonido en la multiplicidad de culturas indígenas originarias de este país–, con el acto final de Teresa Parodi, cantautora y la primera ministra de Cultura de Argentina durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Todo ello con un enorme cartel de fondo en el que se leía “Argentina con Cristina”, que recordaba a los asistentes que, más que una celebración, era un acto de disconformidad con el gobierno en turno y para “bancar” a la hoy líder del peronismo, que cumple prisión domiciliaria luego de que la Corte Suprema de Justicia confirmó el 10 de junio pasado una condena a seis años de cárcel contra la expresidenta por irregularidades en la concesión de obras públicas durante su mandato, decisión que incluye la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
Asimismo, entre canción y canción, se entonaban himnos peronistas y se gritaba “¡Cristina libre!”, además de los enormes carteles –algunos con el rostro de la ex presidenta y otros con el de Evita Perón– que rodeaban la explanada, destacando con el azul y oro de la bandera nacional.
“Argentinos de bien”, sus consignas y nostalgias
El sol ya caía sobre el Parque Lezama, teñido de celeste y blanco, mientras el himno nacional sonaba, dando fin al acto peronista. La Jornada Baja California se sumergió entre la multitud para descubrir qué había movilizado a tantos argentinos en este 9 de julio, Día de la Independencia. Entre banderas y cantos, un cartel llamó la atención: “¿JUSTICIA o Poder Judicial?”. El grupo artivista –mezcla de arte y activismo– que lo sostenía no dudó en compartir su mirada, especialmente al saber que el medio era mexicano.
Patricia no perdió la oportunidad de tender un puente entre ambas luchas: “Felicitamos al pueblo de México por haber tenido la valentía de elegir sus propios jueces, porque es la única manera de que el Poder Judicial nos represente”. Sus palabras, cargadas de admiración hacia Claudia Sheinbaum, contrastaban con su crítica local: “La independencia significa vivir en un Estado de Derecho, y no vivimos actualmente en un Estado de Derecho”.
Unos metros más allá, Alberto, un hombre mayor, compartía el momento con sus amigos. Su voz, entre nostálgica y combativa, evocaba otros tiempos: “Cristina me trajo acá porque me acuerdo de cuando tenía la certeza de que hoy comía y de que mañana también iba a comer… Los mejores años de nuestra vida”. Por otro lado, compartió su reclamo por una “segunda independencia” pendiente: “Es una economía totalmente dependiente, y por lo tanto, como personas dependientes, no podemos tener desarrollo”.
El cierre lo puso Cristina Fernández de Kirchner, con su tono característico, en una mezcla de arenga y abrazo peronista: “Nos toca a todos nosotros, los peronistas. Como siempre. Si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie”. Y la multitud estalló en aplausos.