Una laguna artificial se observa en la entrada del complejo. Esa aguada fue nombrada De los cocodrilos, por ser hábitat de dichos reptiles. Esos animales perpetúan la obra maya, pues, explica Balanzario, han removido y asentado sedimentos en el fondo, como necesita una gran obra de ingeniería hidráulica a fin de evitar la filtración del agua. Foto Luis Castillo / La Jornada