Proponen usar gas natural en transporte público para reducir contaminación
Tijuana, 10 de octubre.- El Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA) propuso que el transporte público migre del uso de combustible fósil al gas natural para reducir las emisiones al medio ambiente ante la falta de una planeación ordenada en Tijuana, consideró José Carmelo Zavala Álvarez.
El especialista en la materia, dijo que el uso excesivo de vehículos particulares y la falta de funcionalidad del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT), inciden en problemáticas como la movilidad en la quinta ciudad más importante de México.
“La falta de transporte público adecuado, moderno y cómodo, estimula de manera perversa el uso del automóvil privado y se vuelve una cosa de no acabar, ya que, de acuerdo a estudios, una persona recorre hasta 35 kilómetros por día a fin de trasladarse de su vivienda a su trabajo o centro de estudio”, afirmó.
Zavala Álvarez expuso que la utilización de combustible ecológico representa una alternativa que debe considerarse en la localidad, toda vez que está en discusión temas torales que atañen al transporte y la población en los bulevares Agua Caliente y Díaz Ordaz.
Sobre el particular, manifestó: “el transporte se debe modernizar, no solo de vehículos más nuevos, sino de combustibles más limpios. Valdría la pena que transitaran ahí solo automóviles de bajas emisiones, por ejemplo, convertidos a gas natural. Hoy tenemos entre 30 y 40 años para emplear gas natural barato”, puntualizó.
Respecto de la utilización del gas como combustible, dijo que es mucho más ligero que el aire y en caso de una fuga, tiende a subir por lo que existe un menor riesgo de explosión o incendios. Gracias a esto, si las unidades de transporte público usarán gas natural, contaminarían hasta en un 70 por ciento menos de lo que lo hace un vehículo alimentado con gasolina o diésel.
Detalló que representaría un beneficio sin importar qué tan viejo sea el automóvil, ya que su precio es 50 por ciento más bajo, las líneas de transporte público serían más rentables sobre la tarifa y sobretodo contribuiría al bolsillo del usuario ofreciendo un transporte público sustentable ya que representa menos desgaste de motores, menor mantenimiento, afinación ni verificación vehicular al utilizar un combustible limpio.
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