Fue ataque directo asesinato de hijo de payaso: fiscal Iván Carpio
Familiares del adolescente esperan recuperar su cuerpo para «tener un momento de tranquilidad y llorar» por la pérdida. Foto Border Zoom
Redacción La Jornada Baja California
Tijuana, 14 de junio. Osvaldo Abdiel era «una persona tan amable y sencilla como todo buen padre dice de su hijo; su mayor problema era que había que corretearlo para que saliera de la casa a jugar pelota», afirmó el payaso «Garritas», quien daba un show en una fiesta infantil cuando el adolescente de 15 años fue asesinado a balazos frente al domicilio donde se desarrollaba el evento.
El hombre dijo no tener sospechas de nadie porque él y su familia son «personas de bien», mientras que el fiscal general del estado, Ricardo Iván Carpio Sánchez, reveló que según «las acciones de investigación que se están generando nos conduce a un tema donde el círculo social o el círculo cercano pudiera tener alguna circunstancia de carácter delictiva cercana».
Durante la conferencia mañanera de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, el funcionario aclaró que «evidentemente es una víctima y todavía es importante y por supuesto que nosotros no podemos comunicar ni confirmar que esta persona se haya encontrado dedicándose a algún tipo de actividad, es una víctima evidentemente».
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Sin embargo ratificó que «creemos que hay una situación de carácter de este tipo delictivo en el círculo cercano porque el ataque fue directo y porque los datos recabados de manera forense indican que tiene conexión con otros casos ocurridos, con otros cuatro eventos ocurridos en la misma zona en donde el círculo cercano evidentemente tiene que ver con fenómenos criminales y temas de venta de droga y con respecto de la búsqueda».
Quiero tranquilidad para llorar a mi hijo
«Trato de ser fuerte y llevar este proceso (recuperar el cuerpo de Osvaldo ) y tener un momento de tranquilidad y llorar a mi hijo», dijo el padre de Osvaldo frente al Servicio Médico Forense donde hacía trámites, mientras su esposa y otro hijo, gemelo del jovencito asesinado, esperaban en la puerta.
Sostuvo que la suya es una «familia de bien» y cristiana y él es un creyente de Dios, y no tienen ninguna sospecha de quién y por qué mató a su hijo la noche del 12 de junio, en domicilio de la colonia Colinas de La Mesa, delegación Los Pinos.
Osvaldo cursaba estaba por terminar el segundo semestre de la preparatoria, le gustaba jugar futbol y su padre lo consideraba su «brazo derecho» en su trabajo.
Por eso, «luego de llevar muchas sonrisas» saber de la muerte de su hijo «fue un trago tan amargo como es la pérdida de un ser amado como es mi hijo… es muy fuerte», dijo el hombre al recordar que el día del asesinato lo primero que hizo fue cubrir su propio cuerpo y luego buscó a Osvaldo y lo encontró ya muerto en la calle «porque una bala lo alcanzó».
