Descartan nuevo permiso para pesca de sardina en área protegida de Bahía de los Ángeles
Ensenada, 21 de agosto. Representantes de dependencias federales, estatales y de organizaciones no gubernamentales se reunieron para hablar sobre la sustentabilidad del área natural protegida (ANP) de Bahía de los Ángeles, canales de Ballenas y Salsipuedes.
Uno de los temas tratados fue el relacionado con la difusión de la consulta pública del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para la pesca de pelágicos menores en el Golfo de California, misma que generó inquietud en la población, al interpretar que se trataba de nuevos permisos para la pesquería de sardina.
Sobre el particular, se comentó que esta interpretación es errónea, ya que se trata de una pesquería anterior al decreto del área natural protegida, que comprende 50 embarcaciones mayores, correspondiendo 40 a Sonora y 10 a Sinaloa, mismas que ya contaban con permiso para esta actividad.
Se indicó que esta pesquería está regulada por la Ley General de Pesca y Acuacultura (LGPA), el Plan de Manejo de Pelágicos Menores, la Norma Oficial Mexicana 03 y la certificación del Consejo de Administración Marina (MSC, por sus siglas en inglés).
Durante el encuentro también se presentó el primer fichero de las especies de pesca deportiva, elaborado por la Secretaría de Pesca y Acuacultura (Sepesca) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), con apoyo de Pronatura Noroeste, en el que se incluyeron las especies más representativas de esta actividad en la zona.
El documento contiene información de las 20 especies más comunes para la pesca deportiva, así como su categoría en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que algunas se encuentran catalogadas como “en peligro”, “peligro crítico” o “vulnerables”.
Asimismo, incluye datos sobre el área natural protegida de la zona marina, donde existen especies que utilizan la reserva para refugio, alimentación, descanso y reproducción.
Se destacan también algunas reglas generales para la práctica de la pesca deportiva y la necesidad de tener un manejo especial de las especies, lo que obliga a los prestadores de servicios turísticos a tramitar un permiso ante las autoridades marítimas y otro ante la propia Conanp.
