Baja California, rumbo a una crisis humanitaria, advierte Catalino Zavala
Tijuana, 15 de diciembre.- Debido a la inevitable llegada de más migrantes, las condiciones climatológicas y un nuevo brote de varicela en el Centro Integrador para el migrante, el secretario de Gobierno de Baja California, Catalino Zavala, aseveró que el estado se podría enfrentar a una «crisis humanitaria».
Durante la conferencia mañanera de la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, se le cuestionó sobre la situación que guardan los grupos de migrantes que actualmente se encuentran en los diversos asentamientos del estado.
Catalino Zavala, quien ha estado al frente de las mesas de trabajo sobre migración en Baja California, detalló que el gobierno estatal se encuentra en un proceso de trabajo extenso con los grupos en condición de movilidad.
Brote de varicela
El secretario describió que en el Centro Integrador para el Migrante (CIM) «se tiene capacidad para 700 personas, actualmente alberga 496, tenemos un problema de salud, gobernadora, está en cuarentena con 40 casos de varicela”.
Debido a estos casos de varicela, por el momento la entrada de nuevos migrantes al CIM se encuentra detenida.
Los casos de varicela entre la comunidad migrante se dieron también en el mes de abril de este año, cuando se detectaron múltiples casos en diversos albergues de la ciudad y en el campamento El Chaparral.
Acciones ante el frente frío en el estado
Sobre El Chaparral, Zavala Márquez comentó que, debido a la fuerza con la que el frente frío y las lluvias entraron al estado, el gobierno estatal puso a disposición de los migrantes transporte para aquellos que quisieran retirarse de manera voluntaria.
Además, el secretario detalló que el gobierno estatal, en colaboración con diversas organizaciones, habilitó otro espacio como albergue para madres con hijos.
«El sistema de albergues en Tijuana está casi al 90% de capacidad, han llegado nuevas personas en contexto de movilidad, por lo que se están habilitando nuevos albergues”.
Zavala Márquez también recalcó que «no solo es en Tijuana, en Mexicali son casi 800, se está coordinando con el gobierno municipal para los albergues (…) Y se está replicando en Ensenada».
«Es un tema que puede convertirse en una crisis humanitaria, pero por sus instrucciones se está generando la conducción de una política pública humanista (…) para que Baja California sea un estado santuario migrante», aseveró el secretario de Gobierno.