Además de la regasificadora de Ensenada, urgen más plantas de ese tipo
Ciudad de México. El gobierno federal pierde dinero con los contratos de compra de gas pactados en administraciones pasadas, por lo que es urgente encontrar esquemas de comercialización alternos, como el que representa la planta regasificadora que construye Sempra en Ensenada, señaló el Presidente, Andrés Manuel López Obrador al hablar sobre el encuentro que sostuvo con el enviado presidencial especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry.
Detalló uno a uno los puntos que fueron presentados a Kerry y al embajador estadounidense en México, Ken Salazar ayer por la tarde en Palació Nacional, en un encuentro en el que estuvieron también la secretaría de Energía, Rocío Nahle; el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Roberto Velazco; el director de Pemex, Octavio Romero; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el director de la CFE, Manuel Bartlett y un grupo de nueve empresarios estadunidenses del sector de la energía.
Expicó que Sempra y otras empresas con contratos con la Comisión Federal de Electricidad, tiene un mes de plazo para expresar interés en ampliarlos para considerar inversiones en plantas regasificadoras en Topolobampo, Sinaloa; Salina Cruz, Oaxaca, con destino a los mercados asiáticos; y en Coatzacoalcos, Veracruz, para abastecer el mercado europeo.
Posterior a la conferencia, la Presidencia de la República circuló el documento presentado en la conferencia: «Puntos básicos para la reunión con el Sr. John Kerry, el embajador Ken Salazar y empresarios de Estados Unidos, relacionados con el sector energético» que en su punto seis textualmente dice:
«Las empresas como Sempra y otras que tienen acuerdos con la CFE y contratos de transporte en gasoductos podrían invertir en Topolobampo, Salina Cruz y Coatzacoalcos, donde se tienen terrenos y puertos para construir tres plantas de licuefacción y exportar gas a países de Asia, América y Europa. Las empresas interesadas deberán llegar a acuerdos con la CFE a más tardar en un mes».
Explicó que el plazo de un mes obedece a la urgencia de cerrar acuerdos, pues la construcción de las plantas se lleva más de un año y es interés de la presente administración dejar eso andando. Agregó que en caso de que no respondan las plantas que tienen contratos con la CFE, se abrirá una licitación.
El último punto del documento expone la postura mexicana en el encuentro:
«Estamos dispuestos a atender a las empresas del sector energético de Estados Unidos, sin actuar de manera injusta y arbitraria. Existe disposición al diálogo, no queremos dejar de tener buenas relaciones con el Gobierno de Estados Unidos ni con las empresas de ese país, porque consideramos que es imprescindible y benéfica la integración económica y comercial entre las dos naciones con respeto a nuestras soberanías y sin permitir actos ilegales, influyentismo y corrupción».
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