Opinión

El escuchón: Pensamiento mágico

Por: Enrique Camacho Beltrán*

En la sala de espera del consultorio escuché a una abuelita consternada por un accidente que sufrió su nieto. Resulta que su hijo y su pareja tenían la idea de que los niños, por instinto, no se alejan a más de 5 metros de los padres, y que son los propios padres helicóptero, al perseguir a las criaturas todo el tiempo, los que arruinan ese instinto. En varios eventos familiares la pareja presumió su experimento ante el rechazo de la abuelita; hasta que, en una fiesta en un parque, el niño corrió detrás de un cachorro y fueron atropellados. El niño la libró de milagro, el cachorro no. 

A los padres se les había pegado la idea de alguna de estas páginas alternativas, donde se dice que todo está científicamente probado, pero no se dan referencias de nada. A los padres les encantaba sentirse revolucionarios y vanguardistas frente al resto de los padres, que ellos tachan de conservadores y anticuados. Lo reprobable no es, desde luego, el entusiasmo por la innovación pedagógica; sino el tomar riesgos en nombre de otras personas vulnerables, sin evidencia sólida. Eso raya en la negligencia criminal.

Reflexionando sobre esas obligaciones de cuidado pensé inevitablemente en la reforma judicial. Así como los padres negligentes, a los promotores de la reforma les encantó presentarse como revolucionarios y transformadores, frente a los cautos moderados, que fueron tachados de conservadores. Pero, así como los padres imprudentes, los promotores de la reforma fueron incapaces de mostrar ningún beneficio. Alegaron que el Poder Judicial es ineficaz y corrupto (cosa obviamente cierta) pero no proporcionaron un solo estudio serio que ligara empíricamente el sufragio con la reducción de la corrupción o el aumento de eficacia. Al contrario, los contextos limitados en los que se eligen a algunos juzgadores en Estados Unidos y Ecuador son objeto de una extensa crítica. Por ejemplo, se ha señalado que en Estados Unidos aumentan las penas capitales a latinos[1] y negros en periodo electoral, y en Ecuador ha disminuido la independencia judicial[2].

Hoy hay un consenso muy amplio alrededor de la idea de que la elección de juzgadores en México no reducirá la corrupción del poder judicial, no aumentará su eficacia y no es democrática. La ONU, Human Rights Watch, la comisión Interamericana de los Derechos Humanos, la OCDE y la OEA han alertado en contra de la reforma. Lo mismo lo han hecho medios como el Financial Times, el New York TimesThe Economist y el Washington Post

O el Judicial dejará de ser un poder, para convertirse, como el Legislativo, en una extensión de la voluntad de Presidencia, o bien, como advierte Diego Valadés, el tribunal de disciplina y la Suprema Corte podrían aliarse y amenazar la gobernabilidad constitucional. 

En contraste, el gobierno, que en este momento cuenta con todo el poder para reformar, se ha negado a apostar primero por lo seguro: servicio profesional de carrera para las policías, el judicial y las fiscalías, programas de sensibilización y evaluación ética, de derechos humanos y de género; y sobre todo el aumento de juzgadores, fiscales, policía y personal de apoyo. Por ejemplo, en México hay poco más de 4 jueces por cada 100,000 habitantes, muy por debajo del promedio de la OCDE (18) o de países como Chile donde hay más de 7 jueces por cada 100, 000 habitantes. 

Sin suficiente personal capacitado y profesional, ganarle terreno a la impunidad y la violencia es imposible, por más que se someta a voto popular hasta al conserje.

Posiblemente cualquier persona sea libre de tomar riesgos (que no dañen a terceros). Eres libre de ser irresponsable y adoptar un pensamiento mágico para tu vida: creer que todas las cosas pasan por algo, que las cosas malas son bendiciones disfrazadas o que el bicarbonato cura todo. Pero cuando se toman decisiones por otras personas, sobre todo por las personas más vulnerables, ¿de verdad basta con creer que toda sacudida es buena, o que peor sería que no se hiciera nada?, o ¿debemos evitar experimentos bobos y exigir pruebas, estudios y una ruta clara que muestre tiempos, costos y beneficios? 
¿Será ya hora de que los promotores de la reforma se pongan serios y nos puedan definir con detalle, la ventana de tiempo y el mecanismo causal mediante el cual la pasada elección de juzgadores va a reducir la corrupción y a aumentar la eficacia, sin dañar la independencia judicial?; o ¿no nos quedará otra que ser como la abuelita del chisme y resignarnos a tener fe y a seguir tolerando su irresponsable y criminal pensamiento mágico?

________________________________

[1] Ver https://us.sagepub.com/sites/default/files/upm-binaries/23813_Pages_226_246.pdf consultado el 9 de junio del 2025.

[2] Ver https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-78902021000500025 consultado el 10 de junio del 2025.

*Investigador de la Estación Noroeste de Investigación y Docencia
del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
@KikeCamach

Related Posts