SOS de estados del norte por sequía
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, pidió a la titular de la Coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, declarar en emergencia al estado por la sequía que azota a los 20 municipios y que hasta ayer mantenía a las presas en un 7.3 por ciento de almacenamiento promedio.
Mientras, 18 de los 43 ayuntamientos de Tamaulipas se encuentran en semáforo rojo debido a la crítica situación en la disponibilidad y manejo del agua; la alerta se emitió durante la 19 Reunión Ordinaria de Seguimiento y Evaluación del Semáforo del Cuidado de dicho recurso.
Durango, a su vez, atraviesa una situación de emergencia ante el severo estiaje que perjudica, principalmente, a la zona serrana, donde ha provocado un alarmante aumento de incendios forestales –el doble que en 2024– y la expansión del gusano descortezador.
Rocha Moya explicó ayer que la solicitud de declaratoria de emergencia por la sequía la realizó en diciembre pasado, pero fue rechazada por la Federación, por lo que la presentará nuevamente.
En ella se establece que la capacidad financiera y operativa de la administración estatal ha sido rebasada para atender por sí misma esta problemática que prevalece desde mayo de 2024.
De autorizarse la solicitud, se espera recibir del gobierno federal apoyo para la instalación de plantas potabilizadoras portátiles en los diques, para el llenado de cisternas, mismas que llevarán el agua a los diferentes pueblos donde se requiere el líquido para consumo humano.
El mandatario morenista expuso que con recursos del gobierno de la entidad operan 60 pipas que llevan el recurso a las comunidades afectadas, pero con el empleo de plantas potabilizadoras, también se podrá llevar agua para consumo humano.
En Ciudad Victoria, Tamaulipas, la 19 reunión de evaluación del cuidado del agua, fue encabezada por el secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social, Raúl Quiroga Álvarez.
En el encuentro, el funcionario presentó un balance de las principales cuencas del entidad. El análisis permitió al comité actualizar los niveles de alerta en los municipios, con base en el impacto de la sequía y el uso intensivo del líquido.
Las localidades en semáforo rojo son Camargo, Cruillas, Guerrero, Gustavo Díaz Ordaz, Jiménez, Matamoros, Mier, Miguel Alemán, Nuevo Laredo, Ocampo, Padilla, Palmillas, Reynosa, Río Bravo, San Carlos, San Nicolás, Tula y Valle Hermoso.
Se informó además que 14 municipios están en color amarillo, con nivel intermedio de alerta, mientras 11, incluidos Altamira, Madero y Tampico, mantienen condiciones estables y se ubican en color verde. En la reunión se planteó que esta problemática requieren acciones urgentes para preservar el líquido en diversas regiones del estado.
En este contexto, Claudia Hernández Espino, titular de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Durango, reconoció que el comienzo de 2025 ha sido especialmente complicado debido a la falta de lluvias en la sierra.
Según datos del Departamento de Meteorología e Hidrología de la Comisión Nacional del Agua, en el primer trimestre del año se registra un déficit de 63.7 por ciento en las precipitaciones pluviales, cifra que sigue en aumento debido a que, en la primera quincena de abril no ha llovido.
El informe detalla que, en enero, las nevadas dejaron apenas 10.8 milímetros de agua en el estado, cuando el promedio histórico para ese mes es de 18.6 milímetros.
En febrero y marzo no hubo precipitaciones, por lo que el acumulado del primer trimestre quedó en 10.8 milímetros, muy por debajo del promedio de 29.7 milímetros.
Aunado a esta situación, los últimos tres meses de 2024 (octubre, noviembre y diciembre) también fueron prácticamente secos, lo que dejó a la serranía en condiciones extremadamente áridas.
Este panorama ha derivado en un aumento significativo de los incendios forestales. A la fecha suman 101 conflagraciones, en comparación con las alrededor de 50 que se habían contabilizado en el mismo periodo de 2024.
Las afectaciones también se han duplicado: el año pasado se reportaron 3 mil 100 hectáreas dañadas por el fuego; en lo que va de 2025, se contabilizan 6 mil 572 hectáreas.
El municipio de Mezquital encabeza la lista tanto en número de quemas como en superficie afectada, según el reporte de la Secretaría.
Plaga de gusano descortezador
Sin embargo, los incendios no son el único problema asociado a la sequía. La propagación del gusano descortezador también ha generado estragos: se han documentado daños en 9 mil hectáreas de bosque. El 60 por ciento de esta superficie está en el municipio de San Dimas.
No obstante, Hernández Espino aseguró que la plaga está bajo control, gracias a medidas preventivas como la colocación de trampas con feromonas en puntos estratégicos desde finales del año pasado.