Confirma Congreso de EU que “una inteligencia no-humana está interactuando con humanos”
“Una inteligencia no-humana está interactuando con humanos”. Esta fue una de las múltiples declaraciones impactantes que dejó una audiencia en el Congreso de Estados Unidos la mañana de este miércoles sobre los UAPs, conocidos también como OVNIs o UFOs. En el pleno se escucharon múltiples revelaciones que hace unas décadas podrían parecer sacadas directamente de la ciencia ficción.
La congresista por Carolina del Sur, Nancy Mace, llevó a cabo una sesión especial para hablar de los UAPs y sus implicaciones en el mundo que conocemos. En esta sesión, cuatro figuras importantes dieron, bajo juramento, su testimonio y mostraron algunas pruebas. No obstante, mucho de lo que el mundo quería escuchar quedó enterrado bajo respuestas como “podemos discutirlo en una sesión a puerta cerrada” o “no puedo responder a eso”.
La existencia de los OVNIs ha sido una interrogante de los seres humanos desde hace décadas, incluso tal vez siglos o milenios, y en los años más recientes evidencia indubitable sobre avistamientos de este tipo de fenómenos, testimonios de altos cargos de ejércitos de todo el mundo y una declasificación masiva de videos por parte del departamento de Defensa de Estados Unidos nos deja con la conclusión más que evidente que hay algo ahí y aún no sabemos qué es.
Pero, ¿somos nosotros los civiles los únicos que no sabemos? ¿El Gobierno de Estados Unidos sabe qué o quiénes son? Esta fue justamente la premisa de Nancy Mace para justificar la audiencia. En sus propias palabras. “¿Si no existe, por qué estamos gastando millones de dólares de impuestos en ello? ¿Y si sí existe, por qué no nos quieren decir la verdad?» Mace, al igual que todos los testigos, consideran que el conocimiento sobre UAPs que tienen ramas del gobierno como el Pentágono, la CIA, el Departamento de Defensa, la Fuerza Áerea y la Fuerza Naval deberían de ser de carácter público.
En la sesión, el primer testimonio vino por parte de Tim Gallaudet, un oceanógrafo y retirado almirante en las fuerzas navales de EU. Gallaudet confirmó haber tenido avistamientos de UAPs y confirmó también la existencia de decenas de videos que la marina de Estados Unidos posee de los OSNIs (Objetos Submarinos No Identificados).
Seguido de Gallaudet fue Luis Elizondo. El antiguo empleado del Departamento de Defensa y del Departamento de Contraespionaje abrió con una declaración absoluta “No estamos solos en el cosmos”.
Michael Shellenberger continuó la sesión con otra bomba inesperada, un documento desclasificado que entró en el récord confirmando la existencia del “Immaculate Constellation”, un programa secreto del Pentágono (que aún sigue sin admitir su existencia) que estudia el fenómeno UAP con rigor y lo trata como una amenaza a la seguridad nacional.
Mike Gold, ex oficial de la NASA y el último en testificar, pidió que el estigma hacia los UAPs se pierda en la sociedad y se deje de ridiculizar a las personas que investigan el fenómeno. Considera que es de suma importancia empezar a investigar los UAPs desde el punto de vista científico para entender qué son y las implicaciones de su existencia en nuestra vida.
Varios de los congresistas estadounidenses lanzaron preguntas fulminantes a los presentes que representan una nueva era en el conocimiento humano y en nuestra manera de entender el Universo.
Gallaudet confirmó la veracidad absoluta del famoso video de un UAP apodado “Go Faster”, admitiendo que existen docenas de videos de encuentros con UAPs parecidos que aún no han sido desclasificados. Para él, el más impactante fue el de un «orbe de luz blanca saliendo del océano e interactuando con otro orbe blanco parecido.»
Elizondo fue aquel que reveló la mayor cantidad de información privilegiada. A pesar de que se negó a responder muchas preguntas argumentando que había firmado un acuerdo de ‘non-disclosure’ con el Departamento de Defensa, Elizondo impactó a todo el Congreso revelando que el gobierno de Estados Unidos, y otros gobiernos del mundo, poseen “aeronaves” de origen no-humano y que en estas “aeronaves” se encontró evidencia de inteligencia no-humana.
En un momento donde Elizondo pareció olvidar el privilegio de la información que revelaba, comentó que existen múltiples “vehículos” que se han impactado contra el suelo y que el gobierno de Estados Unidos está investigando. Incluso llegó a mencionar de al menos un caso de una persona que sufrió daños durante las investigaciones a estos UAPs. Sin embargo, cuando Mace le preguntó si existe un programa oficial de recuperación de UAPs, respondió que no podía “negar ni verificar ese hecho.”
Elizondo también confirmó lo mismo que David Grusch dijo hace poco más de un año en la primera sesión de Congreso sobre los UAPs “se ha encontrado material biológico no-humano en estas aeronaves” en forma de “organismos”. Elizondo también asegura que el gobierno trabaja en una ingeniería inversa de estos materiales para poder adaptar su tecnología a un posible uso humano.
Muchas preguntas hacia Elizondo se centraron en el origen de los UAPs. En su declaración inicial, Elizondo aseguró que los UAPs no estaban creados por ningún gobierno. Nancy Mace preguntó entonces que si estos UAPs son de origen humano, creados por compañias privadas, o de origen extraterrestre. Elizondo respondió: “ambas”.
La última revelación bomba de Elizondo fue asegurar que ninguna tecnología humana es capaz de actuar como los UAPs. Gallaudet y Elizondo mencionaron que los UAPs tienen que estar controlados por una inteligencia no humana por múltiples motivos: Primero, su forma de actuar no es aleatoria, es representativa de inteligencia. Segundo, múltiples pilotos de aeronaves y submarinos militares han asegurado en reportes oficiales que los UAPs los han “acechado”.
Elizondo reveló un encuentro con un UAP que viajaba a una velocidad que representaba al menos entre “2 mil y 3 mil g” cuando el objeto humano que mayor g alcanza antes de sufrir daño catastrófico es de 18. El ser humano no puede soportar más de 9 g sin sufrir daños permanentes en el cuerpo. Gallaudet reveló otro encuentro con el sonar de un submarino atómico que encontró un objeto que viajaba a la velocidad de un torpedo y después se frenó para seguir al submarino a su misma velocidad desde la distancia.
Cuando Elizondo fue cuestionado por Anna Paulina Luna si estas aeronaves tienen pilotos “vivos o están vivas”, respondió que “no está calificado para determinar qué está vivo y qué no lo está, porque la definición de vida ha cambiado constantemente” utilizando como ejemplo las bacterias anaeróbicas que no necesitan oxígeno para sobrevivir.
Otro punto que se tocó fue el ‘propósito’ de los UAPs. Aunque evidentemente es desconocido, Elizondo comentó que “si están tratando de esconderse, no están haciendo un buen trabajo”, atribuyendo este hecho a que los UAPs nos están provocando a actuar y buscando respuestas para saber cómo reaccionamos ante ellos.
El congresista Moskowitz reveló en su turno que persona les dijeron “que no hicieran ciertas preguntas específicas en ciertos temas específicos”. Mace reveló que “ciertos individuos” le pidieron que no se llevara a cabo la sesión por miedo a lo que podría desclasificarse.
Gallaudert comentó que los avistamientos son muchísimo más comunes en zonas militares, particularmente aquellas que trabajan con material radioactivo, como depósitos de ojivas nucleares o reactores militares. Gold atribuye esta tendencia a que en las zonas militares hay un control total del fenómeno y todos los avistamientos quedan registrados, mientras que en zonas civiles no hay tanto control y no existe un protocolo para que los pilotos de aerolíneas comerciales hagan reportes.
Schellenberger, cuando fue cuestionado sobre si esta tecnología es superior a la humana y si es capaz de moldear las leyes de la física más allá de nuestro conocimiento, respondió: “es evidente”. Elizondo recibió la pregunta de si había acontecido algún tipo de comunicación con los UAPs y respondió: “Si estamos hablando de comunicación no verbal, entonces sí”.
La pregunta más clara, y en la que todos los testigos estuvieron de acuerdo en la respuesta, fue “¿Por qué el gobierno nos está ocultando este conocimiento?”. Gallaudet y Elizondo lo resumieron en que, en caso de que estos seres fueran hostiles, el gobierno de Estado Unidos no tendría cómo combatirlo. Es una tecnología que no entendemos y, por lo tanto, admitirlo sería demostrar una vulnerabilidad absoluta ante el fenómeno. Elizondo sintetizó. “Es más fácil ocultarlo que admitir que es un problema del que no conocemos la solución.”
Cuando los testigos fueron preguntados por Mace sobre su creencia del origen de los UAPs, Gallaudet y Elizondo sentenciaron “una inteligencia mayor de origen no-humano”, Schellenberger comentó “no sé” y Gold dijo “no lo sé, pero tenemos que averiguarlo”. Gold aseveró además que el público puede resistirse a un conocomiento tan impactante como este porque cambia la base de nuestras creencias y comparó los UAPs con la teoría heliocéntrica de Galileo. Mace añadió la pregunta: «¿Creen que el gobierno de EU oculta información que conoce sobre los UAPs?» y recibió unanimidad absoluta de los testigos: «Rotundamente sí»
La última declaración sorprendente vino por parte de Gold que aseguró que aunque la inteligencia no sea humana, no tiene por qué ser necesariamente de origen biológico. Mace le pidió que explicará su respuesta: “Sintéticas, máquinas, inteligencia artificial”, creyendo que dada la vastedad del Universo, es una respuesta bastante viable a la incógnita. “Estoy seguro que cuando encontremos la respuesta, nos sorprenderá a todos” concluyó Gold.