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Satisfecho de conseguir una plata después de 40 años: Verde

Por: Adriana Díaz y Erendira Palma / La Jornada

Marco Verde mira su medalla de plata como si aún le fuera imposible creer la hazaña que ha logrado en el boxeo de París 2024. Sabe que ya es un referente de esta disciplina en México, una de las más populares, pero antes de decidir si buscará el profesionalismo se enfocará en el sector amateur, donde se ha desarrollado y conoce las necesidades de esta área.

“Ya depende de las autoridades (a quien designen en la Conade), sólo nos interesa entrenar, que nos dejen hacer lo que nos gusta, que nos apoyen para dar los resultados que hemos dado”, apuntó Verde quien llegó junto con una veintena de atletas tricolores tras la justa olímpica.

“Como deportistas superamos lo hecho en Tokio, se ve que vamos por buen camino. Y tengo fe que no sacarán al boxeo en Los Ángeles 2028”, agregó sonriente.

Con un abrazo, Verde se rencontró con su familia que viajó de Sinaloa a la Ciudad de México para recibirlo tras su viaje desde París. “Ya ganaste el corazón de México”, se leía en una de las pancartas que portaba su hermana para celebrar el logro; una frase que se respalda en el significado de la presea que reconcilió a la afición con el boxeo.

El boxeo es la segunda disciplina que más medallas le ha dado a México; con la plata de Marco Verde suma ahora 14 metales. No obstante, apenas es la tercera presea en 20 años desde que Cristian Bejarano (2000) e Ismael Rodríguez (2016) obtuvieron el bronce.

“Siento mucha satisfacción al saber que ya después de 40 años pudimos tener otra vez una plata, quería el oro, pero esta vez no se pudo”, dijo al reconocer la relevancia que tiene haber llegado a una final olímpica.

Incluso, Verde dejó claro que esta hazaña revela que el boxeo mexicano puede estar en la élite mundial, no sólo en el profesionalismo, sino también en el sector de aquellos a-tletas que buscan la gloria olímpica.

“México siempre ha tenido potencial, muchos dicen que más en el profesionalismo, pero con esta medalla pueden ver que en el amateur ahí estamos. Es una gran satisfacción porque me esfuerzo por dar lo mejor de mí”, señaló.

Si bien, la medalla de Verde da aliento en el boxeo, la realidad del deporte mexicano es diferente. Después de 17 días de competencias en los Olímpicos, los números vuelven a mostrar una realidad en la cual se consiguieron cinco preseas –tres platas y dos bronces– una más que en Tokio 2020 –con cuatro bronces.

En el ultimo día de competencias, Ana Guevara, titular de la Conade, declaró que aunque el balance es positivo, la cosecha de medallas fue magra pues tenía la expectativa de superar la mejor actuación de México en una justa veraniega realizada en 1968 con nueve metales.

Algunos atletas reconocieron cierta inconformidad con sus propios resultados, pues sabían que factores como la fortaleza mental eran claves en el momento decisivo para ganar medallas.

“No sólo es ella (Ana Guevara) la que está insatisfecha con los resultados, también nosotros esperábamos más. No ganar presea en París me hace desearla aún más, así que toca comenzar a trabajar para el siguiente ciclo”, aceptó el clavadista Randal Willars, quien dejó escapar el bronce en la plataforma de 10 metros individual al fallar en el último salto para culminar en el quinto lugar de la prueba.

Aún con el “corazón roto” después de no haber podido repetir la hazaña de su hermano Ismael, quien ganó el bronce en Tokio 2020, el pentatleta Emiliano Hernández aseveró que no claudicará en su meta de subir al podio olímpico

“Platiqué con mi hermano y me dijo que lo hice muy bien, que tengo todo el camino por delante y me acompañará en la aventura llamada Los Ángeles”, comentó el pentatleta quien volvió a disculparse por no obtener medalla.

La arquera Ana Paula Vázquez, medallista de bronce por equipos, mostró orgullosa la presea que la alienta a buscar una nueva gesta para la siguiente justa veraniega.

“Lo que hicimos fue histórico pero no me voy a conformar, aún quiero mi medalla individual y para ella voy a trabajar los próximos cuatro años”, dijo.

El taekwondista Carlos Sansores, quien llegaba como subcampeón mundial y perdió el combate por el bronce, dejó de lado las críticas por su bajo desempeño y prefirió rescatar lo positivo.

“Creo que escalé más que en Tokio porque logré pelear por el bronce. Obviamente no es el resultado para el que trabajé y seguiré buscando la meta si el cuerpo y la salud me lo permiten”.

Sansores tenía la encomienda de ganar una presea para que el taekwondo mexicano regresara a la élite olímpica, después de que el país había ganado metales desde Sídney 2000 hasta Río 2016.

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