Migración, remesas y frontera norte
La migración internacional es el desplazamiento de personas entre las fronteras de países. Principalmente hombres adultos en edad de trabajar, pero también emigran mujeres y niñas y niños, con el motivo principal de reunirse con el jefe del hogar que previamente emigró. Otras mujeres emigran debido a la inseguridad y violencia, porque le desaparecieron a su pareja o porque sufrió violencia infringida por parte de la pareja o por algún otro familiar.
La migración es un fenómeno de alcance mundial, los migrantes representan aproximadamente el 3% de la población mundial, pero producen más del 9% del producto interno bruto (PIB) mundial, es decir unos 3 billones de dólares más que si se hubieran quedado en su lugar de origen, así lo afirma la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Si bien el motivo principal de la migración internacional es la búsqueda de trabajo o de oportunidades económicas como el obtener un mayor ingreso. Existen otras causas que, en menor cuantía y dependiendo de los niveles de incidencias en el país o en las regiones expulsoras, contribuyen al proceso migratorio: la persistencia de violencia e inseguridad debido a guerras o a la delincuencia organizada, por la violencia intrafamiliar, para estudiar, por persecuciones políticas o por motivos de salud o enfermedad de algún miembro del hogar, por cuestiones económicas como la pérdida de cosechas debido a plagas, desastres naturales o al propio cambio climático.
La alusión a la “frontera norte”, es porque al interior del país, y de muchos otros países en el mundo, existen al menos dos regiones que se distinguen por presentar marcadas desigualdades sociales y económicas. Las fronteras norte aluden a una región conformada por dos o más países. Región en la que distinguen marcadas desigualdades socio-económicas entre las vecinas naciones.
Una de las principales consecuencias del actual modelo económico neoliberal es el aumento de la desigualdad al interior de los países y también el aumento de la desigualdad entre países. Este hecho sustenta el continuo aumento de la migración internacional que prevén los especialistas en el tema, al igual que los economistas. Romer (1989) plantea que un hecho regular del crecimiento económico es que “La mano de obra cualificada y no cualificada tiende a emigrar hacia los países de rentas altas.”
Las remesas familiares son la contrapartida de la migración internacional. El Banco de México define a las remesas como transferencias en dinero o en bienes que los migrantes envían a sus familiares y amigos en sus países de origen.
También envían remesas los empleados de los consulados mexicanos ubicados en diferentes Embajadas de México alrededor del mundo. Así también envían remesas los trabajadores que obtienen visas de inmigrante basadas en el empleo, sea permanente o temporal en sector agrícola. En el año fiscal de 2023, en los EE.UU se otorgaron 197 mil visas, un año antes fueron 280 mil visas, esas representaron más del doble de la cantidad normal, así lo indica el Informe anual 2023, del Defensor de Pueblo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (CIS Ombudsman). Ese país es el principal proveedor de remesas en el mundo.
México es el segundo país receptor de remesas a nivel mundial con 63,319.7 millones de dólares en 2023, la India ocupa la primera posición. Dicho monto representa el 3.54% del PIB del país, y representan alrededor del 45% del total de las remesas recibidas en América Latina.
Los migrantes internacionales desempeñan un papel en la mejora de las vidas de las comunidades en sus países de origen mediante la transferencia de capacidades y recursos financieros, lo que contribuye a logros positivos de desarrollo.
Sin embargo, la migración es también “fuga de capital humano” y, como lo refiere la OIM, si la migración está mal administrada puede tener un impacto negativo en el desarrollo, poner en peligro a los migrantes, someter a tensiones a las comunidades y minimizar los beneficios en materia de desarrollo.
Entender y atender la problemática social que conllevan los procesos migratorios internacionales en las fronteras norte no solo es responsabilidad de los tres niveles de gobierno. Es también responsabilidad de la sociedad el conocer y comprender el significado que conllevan el proceso de la migración internacional y el valor y la importancia económica que representan las remesas.
Parafraseando al columnista Delgado García “…nos falta unirnos más, eslabonar los esfuerzos, evitar protagonismos que restan energía a los propósitos compartidos. Es decir, generosidad y humildad, sumar, no restar; y en el camino apoyar las estrategias y esfuerzos de unos y otros…” Concluyo, nos falta empatía, es decir, nos falta una mayor capacidad para sentir e incluso pensar lo que están viviendo las personas a lo largo del proceso migratorio.
*Profesor investigador en el Departamento de Estudios Económicos, El Colegio de la Frontera Norte, salvador@colef.mx