Playeras pro AMLO, sin nexos con religión o la Santa Muerte: Valenzuela
Tijuana, 29 de abril. Las Camisetas Pendejas, como se llama la empresa que vende esas prendas, y sus frases como «Un verdadero hombre no habla mal de López Obrador», o la más reciente, Jesús is Here (Jesús está aquí), con imágenes de Jesús y el presidente Andrés Manuel López Obrador vestidos de manera similar, no tienen ninguna conexión con el culto a la Santa Muerte o las creencias religiosas.
Con cada tema de interés colectivo ellos hacen sus playeras, dice José Manuel Valenzuela, estudioso en El Colegio de la Frontera Norte (Colef) de fenómenos populares, no solo musicales, sino religiosos, como el culto a la Santa Muerte. En la coyuntura, “aprovecha la oposición tratando de buscar asociaciones espurias entre un meme (que salió de la página Calacas Chidas) y una moral-religiosa y también lo aprovecha Morena porque en el preludio de un debate que debiera ser de fondo, le sirve de respiro”.
Un momento político
El tema empezó como un fenómeno de mercadotecnia en las redes sociales. La empresa hizo un diseño retomando la vieja práctica de lanzar una frase: «Un verdadero hombre no habla mal de…». En los años 70, y sin redes sociales, se usó por ejemplo: Amor es… (y cada quien añadía el producto de su inspiración). En este momento político a los de las camisetas se les ocurrió probar con el agregado «López Obrador»; vino la discusión en redes y aumentaron las ventas.
Cuando funcionarios de la 4T y los dirigentes de Morena se la ponen –se suben al tren del meme, como dicen los internautas– lo volvieron un tema de discusión política, pero quienes se rasgan las vestiduras porque asocian a la también llamada niña blanca con una «mala» práctica religiosa, es porque no tienen idea del sincretismo de este país, apuntó.
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La víspera del debate presidencial, cuando el tema debería ser la continuidad de un proyecto de país o la definición de uno nuevo, un meme da elementos, a unos para la desacreditación política, y se convierte en el eje del debate, se dramatiza y manipula un culto al asociarlo con «lo satánico».
El autor del libro Todo lo santo es profano, José Manuel Valenzuela –en este texto es coautor con el también investigador Pável Valenzuela–, señala que si alguien cree que tendrá un efecto negativo en lo político desconoce la cultura popular y el sincretismo religioso.
“No sé cuánta gente conozca el culto a la Santa Muerte –la vertiente actual se inició en los años 80 del siglo pasado en el barrio de Tepito de la Ciudad de México–, pero está más conectada a los dioses ancestrales del Mictlán, que al pecado y la religiosidad diabólica asociada a lo católico”.
Cuando destruyeron las capillas a la Santa Muerte en Tijuana decían: “es que la muerte es del diablo. ¡No! La muerte es parte de los ciclos humanos, esa asociación con los temas del diablo es para quienes están inscritos en una matriz religiosa muy particular… la gente se escandaliza, porque dice que sus seguidores son delincuentes o criminales, por supuesto que los hay, pero gran parte de sus devotos son creyentes y dicen primero Dios, la Virgen de Guadalupe y después la Santa Muerte, El Niño Fidencio, Malverde, o Juan Soldado –un santo muy tijuanense, de los migrantes indocumentados–”.
Los santos de la precarización
«Estos son los santos de la precarización, es el último reducto que encuentran muchas personas para buscar una opción frente a sus descalabros; ya sean de salud, de cárcel, para que los hijos consigan un trabajo. Son santos de la precarización porque la mayoría de las personas no necesitaría buscarlos si las instituciones funcionaran y resolvieran muchos asuntos que convocan el interés o la fe popular. Y lo primero que habría que descartar es esta asociación tan facilista entre delincuencia y este tipo de cultos».
Entre los testimonios recogidos por los investigadores de El Colef y de El Colegio de San Luis para estudiar los fenómenos religiosos populares como el del Niño Fidencio en Nuevo León, Jesús Malverde en Sinaloa o la Santa Muerte en varios puntos del país, está el de Alfonso Hernández, cronista de Tepito, quien reflexiona sobre su culto y después de describir la idiosincrasia del barrio bravo, resume: «la Guadalupe seguirá haciendo milagros, pero los paros los hace la Santa Muerte«.
Todo lo santo es profano es una coedición de la Universidad Autónoma de Sinaloa, El Colegio de la Frontera Norte y el Colegio de San Luis.