Otorgan a Tijuana y BC el «premio» por ser los mayores contaminantes del mar
Tijuana, 8 de junio. Al otorgar a Tijuana y Baja California el «premio» por ser los mayores contaminantes del mar en todo Norteamérica «y posiblemente en todo América», el ex alcalde de Imperial Beach, California, Serge Dedina, pidió «por favor, casi de rodillas» a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, resolver el problema de escurrimientos de aguas residuales al océano.
En el marco del Día Mundial de los Océanos, el también presidente de la organización ambientalista binacional Costa Salvaje, señaló que el problema ha avanzado y la contaminación ya llega hasta la costa de Coronado -a unos 20 kilómetros al norte de Tijuana-; dijo temer que ante la complejidad de la situación sus playas estarán cerradas durante el verano próximo.
«Por favor, gobernadora, escuche, casi estoy pidiendo de rodillas por los niños y familias de Tijuana y San Diego, abra las playas», dijo al afirmar que hay dinero para resolver la contaminación reparando la planta tratadora de aguas negras Punta Bandera, pero falta voluntad política.
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En mayo pasado se anunció una inversión binacional de 500 millones de dólares para sanear los 3 mil 700 litros de aguas negras que cada segundo se vierten al mar desde Tijuana y que terminan en las playas de Imperial Beach y San Diego; en esa fecha el director de la Comisión Estatal de Servicios de Tijuana (Cespt), Víctor Daniel Amador, dijo que el problema se resolvería hasta 2028.
En una conferencia que ofreció este jueves en Playas de Tijuana, Serge Dedina -quien participó en la reunión de mayo- cuestionó el tiempo calculado para la solución total del problema, que tiene por lo menos una década; afirmó que actualmente la contaminación «está peor que nunca».
Surfista profesional, el ex alcalde de Imperial Beach señaló que de marzo a octubre hay corrientes marinas de sur a norte, de ahí que el agua contaminada llegó hasta Coronado, que mantiene su playa cerrada.
Tijuana huele a caño
Por su cuenta, la directora de Comunicación y Políticas Públicas de Costa Salvaje, Fey Crevoshay, señaló que en Tijuana es constante ver las alcantarillas desbordándose, lo que muestra el sistema de drenaje en mal estado, adicional a que las plantas de tratamiento no funcionan.
«Las alcantarillas son fuentes, no son pequeños escurrimientos. Es un hecho que vemos y los políticos pueden decir misa tres veces ‘no hay, no existe’; muchos viven en otro lado, no en Tijuana. Tijuana huele a caño, hay que meterle dinero, hay que meterle inversión», señaló.
Recordó que ha habido soluciones para Punta Bandera -localizada en las inmediaciones de Playas de Tijuana y Rosarito-, «que se pararon a través de permitología«, y sostuvo que «entendemos lo que estamos viviendo, es un momento histórico crítico», y del tamaño del problema debe ser la solución.
