“El Popo” es el mercado más antiguo de Tijuana
Tijuana, 14 de mayo. Ubicado en la calle Segunda de la Zona Centro, el mercado “El Popo” lleva más de 90 años en pie, en los que le ha tocado experimentar contratiempos como un incendio que destruyó su antigua estructura, pero, sobre todo, la preferencia de la población tijuanense y californiana.
El nombre original de este lugar es “Pasaje Anáhuac”, sin embargo, la nevería “Popocatépetl”, que se localizaba a un costado del sitio le dio el nombre por el que la mayoría lo conoce.
También es conocido como el “Mercado de las abejas”, pues en temporada de calor, las abejas se ven atraídas por los dulces cristalizados que ofrecen en la entrada del mercado, creando un escenario donde pareciera que danzan sobre el delicioso dulce.
Fidel Sánchez, quien lleva más de 40 años trabajando en el mercado, señaló que otro de los nombres de este lugar es el “Mercado del Piojito”, por un antiguo cine que se encontraba en su interior, oficialmente llamado “Cinelandia”, pero conocido popularmente como “El Piojito”.
Resaltó que se han ganado la preferencia de la gente por la frescura y variedad de sus productos.
Al recorrer sus pasillos se puede percibir una gran variedad de olores y colores, característicos de los dulces cristalizados, los quesos añejados, las veladoras, las hiervas medicinales y la comida típica mexicana.
El encargado de la dulcería Ayala, Francisco Javier Díaz, recordó que en 1997 toda esa gama de sabores y colores estuvo a punto de desaparecer por un voraz incendio que consumió todo el mercado.
Reconoció que fueron días difíciles, pues la mayoría de locatarios no contaban con seguro, por lo que tuvieron que empezar de nuevo, pero poco a poco lograron levantar de nuevo el mercado.
A este lugar acuden personas de todo el mundo, pero sobre todo los “paisanos”, que se encuentran radicando en Estados Unidos, ya que en el mercado pueden encontrar los productos típicos que consumían en su niñez y juventud.
Verónica Rueda Andrade es una clienta frecuente de “El Popo” desde hace 15 años, prefiriendo los quesos y especias que sus comerciantes ofrecen.
“Es muy económico a comparación de los supermercados. Mis padres siempre me traían, ahora yo traigo a mis hijos, a veces sólo a curiosear, caminar, a oler los aromas diferentes que hay aquí”, expresó.