El proceso creativo del artista se contrasta con obras que realizó en los años 50 y otras más tardías
En unas cuantas líneas, que electrónicamente dirigí y envié a las 6:30 a Cristina Pacheco, tras la entrada “¡Buen amanecer!”, le comentaba que hacía un par de horas había despertado con la imperiosa necesidad de volver a leer y de volver a ver el Jardín de niños que José Emilio Pacheco y Vicente Rojo publicaron conjuntamente en 1978