Para Hernández el triunfo de la opción de la izquierda en Chile solo puede dejar claro que la oposición es al gobierno militarista.
Para Hernández no es extraño que el líder social que viste chaleco, sombrero y es barbado guste de un beso en la mejilla a Hitler.
Ingenuo razonamiento del personaje de Hernández, caracterizado en pantaloncillo abajo de las rodillas, libro bajo el brazo y corbata roja.