El avance de China en América Latina y el Caribe (ALC) ha sido vertiginoso. En apenas dos décadas, el gigante asiático ha pasado de tener una presencia económica marginal a convertirse en uno de los principales socios comerciales, fuentes de financiamiento e inversionistas de
A diferencia de otros países sudamericanos que han recibido inversión china en infraestructura o energía, México ha experimentado una relación desequilibrada que ha acelerado su proceso de desindustrialización. China se ha convertido en un proveedor clave de maquinaria y tecnología, ampliando la brecha tecnológica y reforzando la dependencia estructural
La oportunidad es clara: movilizar el ahorro migrante mediante una banca de desarrollo que actúe como facilitador institucional, con productos financieros específicos, mecanismos de corresponsabilidad local y plataformas tecnológicas