Sin duda que la alcaldesa utilizará sus probadas dotes para controlar el acarreo en la marcha a la que ha convocado el Presidente.
Es válido que si las manifestaciones públicas en torno a lo político son lo de hoy, porqué no abrir el espacio a las expresiones extremas.
Personajes antagónico del PRI marcharon juntos contra la Reforma Electoral, ahora toca a los oponentes en Morena hacer lo mismo.
El presupuesto del año entrante deberá contener un apartado para el control de los intentos por hacerse notorio.
Hay que fijarse bien quien dice que la expresión ciudadana de la marcha y el mitín no caben dentro de la investidura presidencial.
La pasada marcha y la que se avecina sobre el mismo tema, la Reforma Electoral, revela dos posturas de dos Méxicos distintos y distantes.
Ante el auge de las marchas como expresión política, más de un contendiente de la arena considera utilizarlas.
PAN, PRI y el líder moral de la alianza opositora reflexionan frente al tablero del ajedrez político el siguiente movimiento.
Ahí va ese lobo de grandes y afiladas garras, vestido de caperucita con la consigna de defender a la democracia.
Cuando se trata de ser el centro de las miradas, todo vale, incluso quitarse la ropa para quedar solo con un taparrabo multicolor.