Aquí, todos deben saber hacer de todo lo concerniente a bajar, guardar, o subir, amarrar y desplegar las 23 velas que honran su estirpe, la de las viejas tradiciones marineras: la navegación sin motores, sólo impulsados por el viento. También, aseguran los hombres y mujeres del Cuauhtémoc, todos tienen que estar dispuestos a “dar un poco más”. Foto Jorge Ángel Pablo García
A bordo, la vida transcurre con disciplina y dedicación, donde cada miembro de la tripulación, compuesta por 261 personas, desempeña un papel crucial en el funcionamiento del barco