Migrantes son más vulnerables por cierre de la Comar
En medio de un incesante flujo de migrantes que llegan al país, muchos de los cuales se quedan varados en la Ciudad de México en albergues saturados y campamentos improvisados, la oficina central de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en la colonia Juárez, cumplirá casi un mes cerrada tras el fallido plan de abrir una nueva sede en la Anzures.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) aseguró que esta situación es sumamente preocupante, pues la capital es la segunda ciudad con mayor número de solicitudes de refugio. Sólo en los primeros cinco meses de 2024, sin contar la última semana de mayo (cuando cerró la Comar), se recibieron más de 6 mil peticiones.
El año pasado hubo 140 mil 812 solicitudes de asilo a escala nacional, y en la Ciudad de México fueron 30 mil 623
, alrededor de 20 por ciento del total, afirmó Alejandra Carrillo, jefa de la Oficina de Terreno de la Acnur en la capital. Además, subrayó, de esta delegación dependen los trámites en 20 entidades del país, donde no hay oficinas de dicho organismo, entre ellos el estado de México y Puebla.
La Secretaría de Gobernación (SG) dio a conocer que la Comar continuará sin actividades por lo menos hasta el 21 de junio próximo.
En entrevista con La Jornada, Carrillo apuntó que los afectados que pretenden solicitar asilo se tendrían que sumar otros miles más que ya habían iniciado el proceso, debido a que se tuvieron que cancelar muchas citas para entrevista de legitimidad, notificaciones positivas o negativas
de resoluciones y la suspensión de firmas que cada 15 días deben realizar los solicitantes.
Explicó que la Comar también emite la CURP a los solicitantes de refugio, lleva a cabo el seguimiento a las peticiones de reunificación familiar a escala nacional
y brinda atención sicosocial, entre otros servicios.
La especialista advirtió que la suspensión de trámites en la comisión (a la cual Acnur aporta el doble del presupuesto que le destina la SG) ha generado muchísima incertidumbre y confusión entre la población
, ya que durante el proceso de reconocimiento de la condición de refugiados, las personas no pueden abandonar el estado en el que solicitaron asilo
, es decir, que si lo pidieron en la Ciudad de México, no pueden salir de aquí.
Los tiene en un limbo y de hecho ante una posible devolución a un lugar donde su vida, seguridad y libertad corren peligro
, sostuvo.
Aseveró que es urgente que la Comar tenga un espacio en condiciones dignas
, dado que la población que atiende está en mucha vulnerabilidad
y un porcentaje alto son familias, niños y adultos mayores.
Vecinos se manifiestan
Respecto a las manifestaciones que han realizado grupos de vecinos de las colonias Juárez y Anzures, esta última adonde la SG intentó infructuosamente cambiar las oficinas de Comar, Carrillo señaló que hay mucha desinformación.
No hay una relación directa entre la Comar y los asentamientos
, ya que la mayoría de quienes están en esos espacios esperan cita para solicitar asilo en Estados Unidos.
Igualmente, lamentó que en las manifestaciones vecinales, particularmente en la colonia Juárez, haya algunas expresiones que nos preocupan tremendamente en términos de discriminación y xenofobia
, como el hecho de que pegaron carteles en los que piden denunciar a la policía cuando un migrante intente acampar.