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México detiene narcotraficantes y EU los libera

Por: Alejandro Monjardín / Ríodoce

Narcotraficantes mexicanos son extraditados a Estados Unidos y reciben condenas reducidas o beneficios para obtener la libertad y en México no son juzgados, salvo algunos casos.

El caso más reciente es el de Dámaso López Serrano, el Minilic, puesto en libertad la semana pasada.

El Minilic se entregó a las autoridades estadounidenses en 2017 en la garita de Calexico, en Mexicali.

El 16 de septiembre pasado fue sentenciado a seis años de prisión y puesto en libertad condicional el mismo día.

En México, el Minilic tiene orden de aprehensión por la autoría intelectual del asesinato del fundador de Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas.

López Serrano, según la Fiscalía, fue quien ordenó el asesinato del periodista por una publicación que no le gustó.

Ante su liberación, el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, aseguró que la Fiscalía General de la República solicitó la extradición de Dámaso a México para ser juzgado por el homicidio del periodista.

Su papá, Dámaso López Núñez, el Licenciado, está recluido en una prisión estadounidense tras ser extraditado en 2017.

En 2018 fue sentenciado a cadena perpetua, pero en 2018 logró que redujeran la pena a 14 años.

En 2021, el nombre del narcotraficante fue eliminado de la lista del Buró de Prisiones por lo que se desconoce su paradero.

El Licenciado fue de los principales testigos en el juicio contra Joaquín el Chapo Guzmán.

Álvaro López Núñez, hermano de Dámaso, también obtuvo una sentencia reducida.

Álvaro fue detenido en 2017 en el cruce fronterizo de Nogales, Arizona; y en mayo de este año sentenciado a 63 meses de prisión.

Los más beneficiados con esta práctica han sido los Zambada. Hijos del Mayo y un hermano que han sido puestos en libertad por el gobierno estadounidense.

Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, fue detenido en la Ciudad de México en marzo de 2009 y extraditado en 2010.

Durante el juicio de Joaquín el Chapo Guzmán fue uno de los testigos principales en la corte de Brooklyn.

En mayo de 2019 fue sentenciado a 15 años de prisión y en 2021 su nombre desapareció del Buró Federal de Prisiones y este año fue retirado de la lista de narcotraficantes designados.

Actualmente se desconoce su situación y se presume es testigo protegido.

Su hermano, Serafín Zambada Ortíz, el Sera, fue detenido en el cruce fronterizo en Nogales, Arizona, en noviembre de 2013.

En marzo de 2018 fue sentenciado a 66 meses de prisión y en septiembre del mismo año fue puesto en libertad.

Del Sera se supo que estaba en México en abril pasado después de que se accidentó junto con una mujer cuando viajaban en un vehículo en Caborca, Sonora.

Ismael Zambada Imperial, el Mayito Gordo, fue capturado en 2014 en el Ranchito de los Burgos, en El Salado en Culiacán.

Tras declararse culpable, en junio de este año, fue sentenciado a 9 años de prisión; y el 21 de julio salió de una cárcel de California para permanecer en libertad condicionada.

El hermano del Mayo, Jesús Zambada García, el Rey, es otro de los Zambada que quedó libre de cargos y obtuvo su libertad en 2021 tras declarar en el juicio contra el Chapo.

El Rey fue detenido en 2008 y extraditado a Estados Unidos en 2013.

En 2021 el gobierno estadounidense retiró las sanciones financieras que había impuesto al narcotraficante en 2012.

Zambada García será testigo en el juicio contra el ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

José Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, fue detenido en Ámsterdam en 2013 y un año después extraditado a Estados Unidos.

En diciembre de 2019 le concedieron la libertad condicionada tras permanecer 87 meses en una prisión.

En mayo de 2020 el Chino Ántrax escapó de la vivienda donde cumplía la condena en San Diego y se trasladó a Culiacán.

Días después de la fuga, fue encontrado asesinado junto con su hermana y su cuñado en una camioneta BMW en el poblado de Ayuné, después de haber sido privados de la libertad en la colonia Guadalupe Victoria en Culiacán.

La ex diputada y pareja del Chapo Guzmán, Lucero Sánchez López, fue detenida en 2017 en Culiacán y luego extraditada.

En 2019 la ex legisladora fue testigo en el juicio del Chapo y en 2021 la eliminaron de la lista del Buró de Prisiones y se presume que es testigo protegido.

Entre los narcotraficantes extraditados se han registrado casos excepcionales que son liberados y deportados a México y detenidos.

Uno de ellos es el lugarteniente del Cártel de Sinaloa, Javier Torres Félix, el JT, que obtuvo su libertad en Estados Unidos y en México fu reaprehendido y sigue preso.

Torres Félix fue capturado en 2004 en Culiacán, días después de un enfrentamiento con el Ejército y extraditado en 2006.

En 2013 cumplió su condena y deportado a México, donde fue detenido debido a que tenía una orden de aprehensión y continúa preso.

El JT además tiene otra orden de aprehensión vigente en Culiacán por el delito de homicidio doloso.

Héctor Palma Salazar, el Güero Palma, también fue extraditado y luego deportado a México y detenido.

El Güero Palma fue detenido en Nayarit y extraditado en 2007 a Estados Unidos, donde fue sentenciado a 16 años de prisión, pero por buen comportamiento obtuvo su libertad en 2016.

El capo fue deportado a México donde le ejecutaron una orden de aprehensión y hasta la fecha continúa preso.

Joaquín el Chapo Guzmán, Víctor Emilio Cazares Salazar y Alfredo Beltrán Leyva, el Mochomo, fueron sentenciados y aún permanecen presos en Estados Unidos.

El Chapo fue extraditado en 2017 y, tras un juicio en Nueva York, sentenciado a cadena perpetua.

Los abogados apelaron la sentencia pero el Tribunal mantuvo la pena.

Señalado como operador financiero del Cártel de Sinaloa y de trasiego de cocaína, Cázares Salazar, fue detenido en Jalisco en abril de 2012 y extraditado en 2016.

El gobierno estadounidense ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a su captura.

En 2017 Cázares Salazar fue sentenciado a 15 años de prisión y hasta la fecha permanece en una cárcel estadounidense.

Alfredo Beltrán Leyva fue detenido en Culiacán en 2008 y extraditado en 2014.

En 2017 fue sentenciado a cadena perpetua y sus abogados intentaron reducir la condena pero hasta la fecha no lo han logrado y sigue preso.

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