México debe estar preparado para deportaciones en masa: académicos de UNAM
Ciudad de México, 19 de noviembre. Con el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, México enfrentará dificultades en su relación con el país vecino y debe estar prevenido para situaciones como la deportación en masa de migrantes, destacaron académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la mesa “Implicaciones de la elección presidencial en Estados Unidos: Minorías, migración, seguridad y economía”, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Silvia Núñez García, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), consideró: “aunque México enfrentará dificultades en su relación con los Estados Unidos, tendremos capacidad para vernos de frente”.
“Estamos condenados a ser vecinos, no podemos renunciar a esto”, y en este momento de tantos retos, nuestra vecindad tendrá que ser apuntalada a partir de un nuevo proyecto de política exterior, porque “está en la lona”, destacó.
En ese sentido, detalló que en la administración anterior se asignaron pocos recursos a la Cancillería y “México se borró de ser un actor participativo en el escenario internacional. Tenemos que recuperar esa parte”.
La experta dijo que en nuestro país no podemos darnos el lujo de improvisar; debemos tener capacidad para “navegar” con demócratas o republicanos, y aprender a dimensionar el riesgo de nuestras decisiones en política exterior; de otro modo continuaremos siendo una nación que se subordina a los intereses de Estados Unidos.
Estrategia conocida
Mariana Aparicio Ramírez, integrante del Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos, adscrito al Centro de Relaciones Internacionales (CRI) de la FCPyS, señaló que la frontera y la seguridad están vinculadas con otros dos: la política migratoria y comercial.
Si a partir de la perspectiva del próximo presidente estadounidense México no hace lo necesario en términos de seguridad, frontera y detención migratoria, la amenaza de imponer aranceles “será una estrategia que ya conocemos”. La cooperación entre ambas naciones podría ser dura, pragmática y por momentos ríspida, estimó.
El futuro residente de la Casa Blanca ha hablado de sellar la frontera y detener la migración; “me parece que es viable y más cercano de lo que parece”, y México debe estar preparado para detenciones y el retorno en masa de mexicanos y de otros latinos. Trump tiene el apoyo de la ciudadanía y eso significa que lo políticamente incorrecto puede ser políticamente viable, advirtió.
También sería posible que en Estados Unidos se catalogara a los cárteles de la droga mexicanos como grupos terroristas y eso determinaría una nueva relación en la frontera y tendría implicaciones en la política de seguridad, añadió Aparicio Ramírez.
Claudia Maya López, también académica del CISAN, recordó que México tiene más del 80 por ciento de su comercio y actividad económica vinculada con Estados Unidos. Pero más que una integración, se trata de una dependencia, y con una imposición de aranceles nuestro país se vería afectado.
Además, apuntó que Trump va a hacer deportaciones y México debe estar preparado para ello. Una buena opción para integrar a esos deportados al mercado de trabajo es agregarlos al campo y así contribuir a satisfacer nuestras necesidades mínimas, “porque importamos hasta el maíz de la tortilla que nos comemos”.
Propuso establecer políticas públicas de pleno empleo y mayor gasto en infraestructura para aminorar el problema de los migrantes y evitar que se conviertan en criminales, “porque en este país el principal empleador es el narco”.