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Región

Feminicidio de Debanhi Escobar cumple un año en la impunidad

Por: Raúl Robledo / La Jornada

Monterrey, 21 de abril.- A un año de que fue hallado el cadáver de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa en la cisterna de un motel del municipio de Escobedo, el feminicidio de la estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) permanece impune, pues las autoridades estatales y federales no han podido esclarecer el caso, que provocó indignación nacional e internacional.

Se han realizado tres dictámenes forenses, uno de la Fiscalía General de Justicia del estado, otro de peritos particulares solicitado por la familia y el último de la Fiscalía General de la República (FGR), que atrajo el expediente.

Sin embargo, los padres de Debanhi, Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, continúan esperando justicia, por lo que convocaron a una marcha de protesta este viernes a las 14 horas, frente al palacio de gobierno estatal.

“Un año que saliste de casa… yo te extrañaré. Te amamos” y Exigimos justicia por todas las que ya no tienen voz son algunos de los mensajes que se pueden leer en la cuenta de Instagram a nombre de la fallecida y gestionada por sus papás.

La joven de 18 años desapareció la madrugada del 9 de abril de 2022. La noche anterior salió de su casa para ir con dos amigas a una fiesta en una quinta de Escobedo.

De acuerdo con las acompañantes de Debanhi, hubo una discusión entre ellas, por lo que la chica decidió irse con el chofer de un auto que daba servicio en una plataforma digital, pero con quien habían pactado el viaje de manera particular.

Juan David Cuéllar es el nombre del conductor, quien fue la última persona que vio con vida a la joven; él declaró que a petición de su pasajera la dejó en la carretera a Nuevo Laredo, aproximadamente a las cinco de la madrugada del 9 de abril.

A manera de prueba de que ella bajó por su voluntad, el hombre le tomó una fotografía cuando estaba a la orilla de la vía, imagen que envió a sus dos amigas y que se hizo viral en redes sociales.

La búsqueda duró 13 días, hasta que la noche del jueves 21 de abril las autoridades estatales hallaron un cuerpo en la cisterna del motel Nueva Castilla. Al otro día se confirmó que era Debanhi.

“Mi hija está muerta y no sé qué hacer”, declaró Mario Escobar la mañana del viernes y reprochó que agentes ministeriales hubieran declarado que ya habían revisado el lugar y que no vieron nada. “¿Lo sembraron? ¿Cómo llegó?”, cuestionó.

Por la tarde, el fiscal estatal Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez informó que la causa del fallecimiento fue contusión profunda de cráneo. Esta conclusión no convenció a los deudos, pues consideraron que se pretendía hacer creer que fue un accidente y solicitaron por su cuenta otro análisis forense. Los resultados fueron filtrados el 12 de mayo y determinaron que la joven habría sufrido abuso sexual y recibido varios golpes con un objeto contundente en la cabeza.

El caso provocó una serie de manifestaciones, destitución de funcionarios y hasta un conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo estatales.

Ante los reclamos de la sociedad y de los padres de Debanhi, intervinieron autoridades federales; el 19 de mayo, el entonces subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, anunció una nueva necropsia con la finalidad de unificar criterios.

Dos meses después, el director del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Edmundo Takahashi, informó que Debanhi murió por sofocación en su variedad de obstrucción de sus orificios respiratorios. Se descartó la asfixia por sumersión.

Esta necropsia también determinó que la joven murió entre tres y cinco días antes del hallazgo de su cuerpo y que no se encontró ningún tipo de evidencia que pudiera sustentar violencia sexual.

Hace una semana, el padre de Debanhi afirmó que la falta de resultados se debe a que la FGR ha tenido que corregir el trabajo nefasto de la fiscalía de Nuevo León.

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