Crisis del agua enfrenta al Canal de Panamá a desafío histórico
Panamá, 11 de diciembre. La falta o impredecibilidad de las lluvias debido al fenómeno El Niño, exacerbado en su frecuencia e intensidad por el cambio climático, ha impuesto este año nuevas limitaciones en la capacidad operativa del Canal de Panamá para la atención al comercio global.
Aunque la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anunció como temporales las restricciones de tránsito y de calado dispuestas para obtener el máximo rendimiento de la disponibilidad de agua ante la sequía extrema, las limitaciones han incidido en la decisión de algunos clientes de optar por otras rutas.
El recurso hídrico es un factor fundamental para las operaciones del canal de Panamá, que no está a nivel y emplea un sistema de esclusas para permitir la continuidad en la navegación de los buques, utilizando en cada tránsito 208 mil metros cúbicos de agua, de acuerdo con datos de la administración canalera.
La sequía ha dejado en evidencia el riesgo de pérdida de competitividad en la vía panameña respecto a otras opciones de navegación, como el canal de Suez, que operan con agua de mar y no con agua dulce como el de Panamá.
La directora general del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, Luz Graciela de Calzadilla, explicó a Xinhua que aunque Panamá es el segundo país en donde más llueve de Centroamérica, después de Costa Rica, el fenómeno El Niño ha incidido en que las precipitaciones sean menores.
«Se ha visto que a partir de los años 80, 90, ha habido más gases de efecto invernadero; eso lo que ha hecho es que haya más calentamiento global, que trastoca el equilibrio. Por eso tenemos Niños más recurrentes, más cercanos, y temporadas de huracanes más intensas», manifestó la experta.
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Ante la situación, la ACP ha adoptado medidas de ahorro y mejora operacional para, en este escenario, tratar de mantener la vía acuática competitiva y con un servicio de calidad para sus clientes.
El director ejecutivo de Maersk para la Costa Oeste de Sudamérica, Dean Rodin, descartó que la naviera danesa, una de las principales del mundo, tenga planeado utilizar rutas alternativas debido a la sequía que afecta a este atajo de navegación entre el Atlántico y el Pacífico, por el que se ha estimado que pasa entre 3 y 4 por ciento del comercio global.
En declaraciones al medio «PortalPortuario», explicó que la compañía no hará uso del Estrecho de Magallanes para llegar a la costa oeste sudamericana, ya que «el Canal de Panamá todavía no tiene ningún tipo de efecto negativo para el comercio de Latinoamérica, ha afectado un poco a Estados Unidos, pero no a Latinoamérica».
Entre tanto, Jorge Luis Quijano, quien culminó en septiembre de 2019 el período de siete años como administrador del Canal de Panamá, indicó en una entrevista con Xinhua que ya en 2015 se identificó que la vía acuática tenía que buscar otras fuentes de agua, porque los dos embalses que la abastecen suministran el recurso a casi el 60 por ciento de la población del país.
Para el experto, «las rutas de Asia a la costa este de Estados Unidos, y de la costa oeste de Sudamérica hacia la costa este de Estados Unidos, y también hacia Europa -pasando por el Canal de Panamá-, siempre van a estar ahí».
A su juicio, es necesario que una decisión del Gobierno sobre el proyecto del río Indio, adyacente a la cuenca del Canal de Panamá, en cuanto a la posibilidad de tenerlo como reservorio para darle seguridad hídrica al canal.
Ante la perspectiva del cambio climático, remarcó, el canal deberá recuperar la operación de la cuenca occidental del país, que se le quitó a la vía interoceánica en el año 2006, a través de una ley.
«Siempre pensamos que tener esa cuenca adicional, no solamente la cuenca del río Indio, sino también la del río Coclé del Norte y otros ríos, nos dan una garantía hídrica para llevarnos al final del siglo», sostuvo el ex administrador.