Ballena gris, el desfile colosal de 20 mil kilómetros que maravilla en BC
Tijuana. El avistamiento de «corazones» en pleno océano -formados por el vapor y las gotas de agua que lanzan en cada soplido-, las zambullidas de esos cuerpos colosales de hasta 18 metros de largo y 36 toneladas que dejan a la vista la belleza de su aleta caudal o cola, indican que la ballena gris (Esrichtius robustus) está en su viaje de miles de kilómetros, rumbo a su destino en la costa occidental de la península bajacaliforniana, donde busca aguas cálidas para realizar su ciclo reproductivo.
Salieron de los mares gélidos de Bering, Chukchi y Beaufort donde se prepararon consumiendo suficiente alimento para hacer una de las migraciones más extensas entre los mamíferos: un recorrido de casi 20 mil kilómetros -ida y regreso-, que realizan los ejemplares con suficiente madurez para aparearse, o las hembras que darán a luz; los juveniles se quedan en su hábitat a esperar su tiempo para hacer el mismo recorrido.
De los casi 15 mil ejemplares que «desfilan» por rutas que no se alejan más de 50 millas de la costa, muchas son hembras que darán a luz en las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio, Baja California Sur, a sus ballenatos que procrearon un año antes y que pesan unos 450 kilogramos, otras son jóvenes que se aparearán con los machos en las mismas aguas cálidas o incluso en la ruta migratoria.
Es decir que este mamífero marino es muy mexicano y pasa alrededor de tres meses instalado en las aguas cálidas peninsulares, otros tres de viaje y el resto en el Ártico.
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En pos de aguas tibias y alimento
Su migración se debe a la búsqueda de aguas tibias para su proceso de reproducción y nacimiento de las crías concebidas un año antes, pero también a que con la llegada del invierno el alimento se desploma a cero en los mares árticos, así que aprovechan la abundante producción de verano y hacen su viaje.
Embarcaciones de pesca deportiva de diferentes capacidades como las que usa Indómita Aventuras Educativas Baja California que realizan recorridos y paseos regulados permiten disfrutar del espectáculo que ofrecen los colosos del mar, una de las especies más grandes del mundo, cuyas hembras son de mayor tamaño y talla que los machos.
Pero aunque están bajo Protección Especial por la NOM-059-SEMARNAT-2010 y a mediados de la década de los 80 la Comisión Ballenera Internacional -de la que México forma parte- se estableció una moratoria de pesca comercial, en su periplo enfrenta riesgos y amenazas por las redes a la deriva, choques contra barcos y aguas contaminadas, además de tiburones y su mayor depredador: la orca, un cetáceo notable por su fuerza y su organización para cazar en manada, similar al comportamiento de los lobos.
Debido a la explotación comercial, las ballenas grises estuvieron al borde de la extinción; en la década de 1930-1940 se empezaron a aplicar algunas medidas de protección y en 1972 se decretó la creación de los primeros santuarios en las lagunas San Ignacio y Ojo de Liebre-Guerrero Negro, cuya ubicación en la reserva de la biosfera El Vizcaíno, se ha permitido su cuidado y preservación.
De cerca
El carácter gentil de este mamífero marino ha permitido conocerlo más de cerca, sobre todo en las lagunas donde el avistamiento se realiza en pangas y es posible que las madres acercan a sus crías para que sus visitantes puedan incluso acariciarlas, o terminen bañados por el vapor y gotas de mar que las ballenas lanzan en su chorro, pero felices por la experiencia única.
La observación en la bahía de Ensenada también es muy gratificante y pueden observarse desde el soplo hasta saltos, pero según la norma oficial solo puede realizarse en las embarcaciones de pesca deportiva reglamentarias, que no deben acercarse a menos de 80 metros de los ejemplares; también puede disfrutarse de la vista de otros animales marinos como los bellos delfines que viajan en manada y regalan espectáculos.
El soplo o chorro surtidor de forma de corazón por la ubicación de las fosas nasales -que en condiciones de poco viento alcanza hasta cinco metros de altura- es uno de los espectáculos que se disfrutan mucho, pero la muestra de la aleta caudal o cola es la «cereza del pastel», y aunque muchas veces empapan a sus visitantes, el deleite de la aventura es superior y hace que todo valga la pena.
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Recomendaciones
Indómita Aventuras Educativas Baja California recomienda desayunar de manera normal, tomar pastilla para evitar el mareo una hora antes del viaje, abrigarse bien con chamarra, guantes y gorra, pues aunque el clima sea cálido el viento es muy frío en el mar; además se sugiere no utilizar zapatos con tacones, siempre estar pendientes de los niños y tener cuidado al caminar por las cubiertas.
El uso de salvavidas es obligatorio en todo el viaje, el cual está acompañado por guías capacitados para contestar cualquier duda sobre el avistamiento y la naturaleza de la bahía de Ensenada.
El viaje en Ensenada dura alrededor de cuatro horas; generalmente sale a mediodía y puede hacerse con grupos desde 10 personas, o hay posibilidades de armar paseos a «la medida».
Datos sobre la ballena gris
Históricamente hay dos poblaciones de ballenas grises: en aguas asiáticas donde se le considera casi extinta por la caza, y en lado americano. De acuerdo con el reporte de 2019 de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), la población actual de ballenas grises es de aproximadamente 26 mil individuos; el límite de carga de este stock del Pacífico occidental se ha calculado en unas 25 mil 800 ejemplares.
Una ballena gris adulta puede medir 18 metros de largo y pesar unas 36 toneladas; se alimenta básicamente de bentos, los organismos que viven en el fondo marino. Las hembras generalmente son más grandes que los machos, y no obstante su colosal tamaño queda lejos de la especie más grande del mundo: la ballena azul que mide hasta 32 metros, o de la jorobada que alcanza los 24 metros.
El viaje desde las aguas heladas del Ártico lo realizan solo los individuos que tienen un motivo: de dar a luz o procreación, en tanto que los juveniles se quedan sin visitar la parte del mundo, específicamente México, que los vio nacer.
Su viaje inicia a finales de septiembre o principios de octubre y llegan a Baja California entre diciembre y enero para regresar a su hábitat de febrero a abril.
Aunque la ruta está «marcada» desde Alaska hasta Baja California Sur, se han visto en el Golfo de California y hasta Guaymas, Sonora.
Estas especies no tienen aleta dorsal sino una serie de pequeñas jorobas en la parte posterior de la espalda; alcanzan la madurez sexual entre los 8 y 9 años y su gestación es de 12 meses con una sola cría a la vez, y aunque no se tienen datos de su longevidad, se sabe de una hembra que vivió hasta los 80 años.
Los ballenatos nacen pesando aproximadamente 450 kilogramos, son de color gris oscuro y se alimentan de una densa leche que su madre expulsa en el agua.
Las ballenas grises se alimentan filtrando con sus “barbas” (placas especiales en la boca) los sedimentos del fondo marino para extraer los cangrejos y demás fauna que vive en esta zona.
