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Voces femeninas que rompen barreras: Llega el tercer volumen de «El muro desaparece»

Por: Lluvia Méndez

¿Qué se presentará?

Presentaremos el tercer volumen de la antología ‘El muro desaparece’ – cuando nosotras escribimos, en el que participamos 29 escritoras de México y Guatemala, nacidas entre 1945 y 1998, con historias en las que exploramos con mirada digna y respetuosa nuestra propia historia, que nos conecta con la de muchas mujeres más.

La antología ‘El muro desaparece’ – cuando nosotras escribimos. Foto Lluvia Méndez

En Tijuana, en Ediciones Caradura (calle 8, casi esquina con Madero), presentaremos seis de las 29 autoras: Alejandra Canaán, Karla Galaviz, Lupe Márquez, Verónica Márquez, Cecilia Jiménez y yo, Lluvia Méndez; en Aguascalientes habrá una presentación simultánea, y allá presentan otras tres autoras: Gretel Dueñas, Enig Shades y Mónica Romo. 

¿Cuánto tiempo pasó entre el primer y tercer volumen?

El primer volumen salió en marzo del año pasado, en octubre presentamos el segundo; ambos son de los nueve primeros ejercicios del taller de escritura autobiográfica y porras que ofrezco. El tercero, que se imprimió en agosto pasado, surge de otros ocho ejercicios, que son la segunda parte del taller, entonces son temas distintos y más profundos que en las dos antologías pasadas. 

¿Hace cuánto escribes y cuándo surgió la idea de la escritura colectiva y fue difícil reunir autoras?

Escribo desde niña, pero con intención de compartir desde los 16 años. Después, hace poco menos de 10 años me empecé a interesar más por conectar y sanar mediante la escritura que por agradar, y en ese camino necesariamente se presenta también la necesidad de colectivizar, porque en individual se puede iniciar la sanación, pero se llega más lejos y más profundo si se comparte. 

Hace casi tres años empecé el taller de escritura autobiográfica para mujeres, con un enfoque que celebra las fortalezas del estilo y la voz de cada una (en oposición al formato regañón y excesivamente crítico y competitivo de otros talleres de escritura), para compartirles lo que a mí me ha ayudado a sanar y a desarrollar confianza en mi escritura, mi mirada y mi voz. 

¿Por qué el título?

«El muro desaparece» es una línea de un poema de la escritora guatemalteca Magda Calderón, incluida en estas antologías. Su texto y ese verso en específico nombran de forma precisa y preciosa un poco de lo mucho que sucede cuando conectamos entre mujeres, no solo a través de la escritura, sino de la escucha, la empatía, la inspiración, la lucha y la rabia compartidas.

¿Qué significa para ti ser impulsora, coordinadora, editora y hasta promotora del libro ya terminado?

Es en gran medida el propósito de mi vida. Echar luz sobre nuestras historias, dejar testimonio no solo de lo que hemos tenido que enfrentar las mujeres en un mundo tremenda, profunda y a veces sutilmente misógino, sino también de las formas que hemos asumido para sobrevivir, y además seguir invitando al gozo, a la vida, a la esperanza, al amor y la belleza, pese a las tristezas y oscuridades que siempre van a estar ahí.

¿Consideras complicado el género que abordas y promueves?

Lo más complicado del género podría ser conseguir que se empiece a mover hacia afuera, con las lectoras. Este volumen contiene textos un poquito más complejos y dolorosos porque abordamos temas como los juicios (ajenos y propios) que recibimos, la pérdida, historias de nuestro linaje y los obstáculos que hemos enfrentado en nuestra vida, y en ese sentido llega a ser un poco pesado de leer porque se nombran y mueven muchas emociones. Creo que se lee de a poquito, y de esa forma la respuesta ha ido poquito lenta, pero al mismo tiempo también nombramos luces y gozos igual de profundos que los dolores y rabias que denunciamos, entonces tarde o temprano el abrazo escritora/lectora llega. 

También puede ser complicado, para cada una, asomarse profundo a la historia propia y al volver a la superficie animarse a compartir con las demás esto que rescatamos de nuestro propio abismo y memoria, pero por fortuna cada vez que lo hemos hecho, ya más de 100 escritoras que hemos compartido en el taller, ese resurgir y externar ha sido en espacio seguro. Miedo y duda casi siempre hay, pero lo que encontramos al atravesarlos es luminoso y suave.

¿Qué sigue para ti como escritora y «reunidora» de mujeres?

Voy a cerrar este año con dos grupos del taller virtual, mientras sigo escribiendo de a poquito mi primera novela, y para 2025 pretendo lanzar, desde mi editorial Lluviedad, una convocatoria para un libro de poesía y narrativa lésbica.

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