Javier Bátiz recorre Tijuana por última vez acompañado de caravana
Tijuana, 17 de diciembre. Una caravana de motocicletas y vehículos recorrió sitios de Tijuana significativos en la vida de Javier Bátiz para homenajearlo y acompañarlo en su último paseo hacia el panteón Monte de los Olivos, que será su lugar de descanso.
La caravana estuvo integrada por familiares y amigos del guitarrista, así como integrantes de Solo Angeles, club que organizó el encuentro y del que Bátiz fue socio honorario desde hace varios años.
Al frente iba la carroza con el ataúd del rockero. La primera del convoy era Claudia Madrid, la esposa del tijuanense, quien iba a bordo de una motocicleta con el muñeco de Bátiz en brazos.
El trayecto inició poco antes de la 1 de la tarde en la funeraria Hernández, donde fue velado el cuerpo del músico, y de ahí partió hacia la Casa de la Cultura de la colonia Altamira, antigua sede de la Escuela Álvaro Obregón, donde cursó su formación primaria.
Luego fue a su última casa, en la que vivió hasta su muerte ocurrida el 14 de diciembre, y continuó hasta el parque Teniente Guerrero y el Centro Cultural Tijuana (Cecut), para terminar en el cementerio Monte de los Olivos.
Algunos de los motociclistas viajaron desde ciudades como Las Vegas, Nevada, como Francisco Vélez, amigo de Bátiz, a quien recordó como un “hombre que tenía un corazón del tamaño del mundo”.
“Nos duele muchísimo lo que está sucediendo ahorita, pero uno pone y Dios dispone y los tiempos de Jesús son perfectos y él ahorita está en su santa gloria, está rockeando allá con todos los rockeros que conocemos”, expresó.
Agregó que Javier Bátiz deja un legado difícil de igualar, tanto en lo musical, como en lo personal y en lo espiritual.