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Región

Inseguridad y falta de apoyos afectan defensa del ambiente: activista

Por: Daniel González Delgadillo / La Jornada

Con la elevada inseguridad en México y la falta de recursos para cuidar las áreas naturales no es nada fácil ser ambientalista aquí, lamenta Homero Gómez Valencia, activista de sólo 24 años.

En el país –indican organizaciones ambientales– han asesinado a 168 defensores de la naturaleza en los pasados nueve años.

Pese a esto y otras limitantes, dice a La Jornada, ello no le ha impedido continuar con el legado que le dejó su padre, Homero Gómez González, El Guardián, defensor de la mariposa Monarca y sus santuarios de hibernación. Este mes se cumplen cinco años de que fue desaparecido y más tarde encontrado sin vida en Michoacán, un caso que aún no es esclarecido por las autoridades.

A veces estamos solos contra las amenazas porque nos exponemos a muchos peligros. Tengo que seguir el legado que mi padre inició y lo quiero hacer a través de la fundación que lleva su nombre, desde donde luchamos por la conservación de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, especialmente en su santuario más grande, El Rosario, nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.

Aclara que parte de la problemática que busca atender desde la fundación, consolidada en mayo pasado, es la tala clandestina y la explotación de los recursos naturales de este ejido, del municipio de Ocampo. Esa actividad está ligada al crimen organizado y al narcotráfico.

Por debajo de los cero grados, los guardianes recorren el ejido día y noche desde hace varias décadas para defender las tierras de la Monarca. El joven ambientalista asegura que busca recursos para aplicar tecnología de drones, cámaras de vigilancia y telecomunicación para tareas más seguras.

De profesión agrónomo, Gómez González conoció los aspectos técnicos de El Rosario, y a los 25 años comenzó a ser promotor y protector de la lepidóptera, lo que representó una amenaza para los criminales. El 13 de enero de 2020 acudió a una feria en El Soldado, municipio ubicado a 30 minutos de su comunidad, El Rosario, pero no regresó a su casa y el cuerpo fue hallado dos semanas después, el día 29, en un pozo con un golpe en la cabeza.

En los pasados nueve años, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental documentó el asesinato de 168 defensores del medio ambiente: 20, en 2023; 24, en 2022; 25, en 2021; 18, en 2020; 15, en 2019; 21, en 2018; 29, en 2017; uno, en 2016; 11, en 2015, y cuatro, en 2014. La muerte de El Guardián fue repudiada por ésta y otras organizaciones.

Por seguridad, Gómez Valencia sólo comenta que el caso está detenido en la fiscalía estatal, por lo que busca el apoyo de las autoridades federales, como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para dar con los culpables.

Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, declaró en la COP16 de Cali, Colombia, que gestionó una reunión con Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, para coordinar protección y acciones preventivas para la población y los defensores ambientales, pero no se han dado más detalles.

Reforestan 150 mil árboles

Para seguir el legado de su padre, explica que a través de la fundación ha reforestado al menos 150 mil árboles de pino y oyamel en El Rosario, el santuario más grande de la reserva, en el municipio de Ocampo.

Esta labor fue todo un reto, asegura, porque algunos árboles fueron donaciones directas, otros 4 mil los costeó con campañas de fondeos y 20 mil más los pidió a empresas, pero 100 mil los obtuvo del gobierno estatal tras hacer exhortos desde los medios de comunicación por la falta de apoyos y recursos.

Este lepidóptero migra desde el sur de Canadá y norte de Estados Unidos a finales de agosto, pero su llegada al centro de México varía tras recorrer más 5 mil kilómetros, ya que la entrada del invierno no es puntual; sin embargo, esto sucede casi siempre en la primera quincena de noviembre, para permanecer hasta marzo del siguiente año.

Para hibernar, expone que la mariposa requiere de factores ambientales favorables como agua, silencio, bajas temperaturas y limpieza de las zonas, pero con los impactos del cambio climático, como las olas de calor, aclaró que el cuidado de la reserva es fundamental y la reforestación es elemental.

Esto es porque se compone de dos partes: la zona núcleo, donde la mariposa se refugia y las únicas actividades permitidas son las de investigación, y la zona de amortiguamiento, que protege del impacto externo al núcleo y donde se pueden realizar actividades económicas apegadas a las normas ecológicas.

La reforestación, asegura, la concretó con la participación de miles de voluntarios, junto con miembros de la comunidad ejidal, especialmente durante la temporada de lluvias, con la finalidad de recibir a la mariposa. Reconoció que hubo quienes sí pedían una paga ante la falta de oportunidades laborales en la zona.

Estos apoyos se necesitan más en estos momentos, urge Gómez Valencia, porque, sustentó, la población de la mariposa Monarca ha presentado en los últimos años una elevada reducción en su población. Explicó que sólo este año llegó tarde y su población ha disminuido.

Los cambios en el uso del suelo en Estados Unidos, en combinación con la utilización generalizada de herbicidas, también contribuyeron a la pérdida de algodoncillo y otras plantas de néctar esenciales para alimentar a las mariposas Monarca adultas.

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