Hugo y Rebeca estaban frente a su casa cuando los arrastró la corriente
Tijuana, 9 de noviembre. Hugo y Rebeca Miranda iban llegando a su casa y solo les faltaba cruzar la calle para entrar cuando una fuerte corriente los sorprendió y arrastró el vehículo en que viajaban; 12 horas después bomberos encontraron el cuerpo de la jovencita de 16 años, a unos cinco kilómetros de donde el agua se la llevó junto con su hermano.
Hugo, quien recientemente terminó la licenciatura en Educación Física en la Universidad Autónoma de Baja California, siguió en calidad de desaparecido por lo que este miércoles elementos de la División de Rescate Acuático de Bomberos de Tijuana realizaron un operativo con apoyo de drones y perros, y se notificó a las autoridades del otro lado de la frontera ante la posibilidad de que el agua lo hubiera arrastrado hasta allá.
A las 4:20 de la tarde de este miércoles, casi 21 horas después de su desaparición, Bomberos suspendió la búsqueda y anunció que la reanudarán el jueves a las 9 de la mañana.
Basura, chatarra y toneladas de material dificultan la búsqueda
El radio de búsqueda de unos cinco kilómetros que abarca el cauce del Cañón del Pato -donde desembocó la corriente que se llevó a los hermanos y que cruza a Estados Unidos- acumula basura, chatarra, piedras y toneladas de tierra, por lo que las tareas son complicadas, explicó el director de Bomberos, Rafael Carrillo Venegas.
El martes en Tijuana llovió durante 14 horas continuas y aunque no fue de manera intensa, sí alcanzó a incrementar las corrientes de agua, como la que arrastró a los hermanos Rebeca y Hugo en la colonia Chihuahua, frente al Cañón del Pato; en un vehículo tipo panel habían cruzado buena parte de la ciudad que registraba inundaciones, caída de postes y árboles y decenas de accidentes automovilísticos.
Tenían que cruzar la corriente
«Los datos que tenemos nosotros por la misma versión de los familiares es que iban llegando a la casa en el vehículo y para poder entrar tenían que cruzar la corriente de agua que venía con mucha velocidad y a una altura considerable, el cual quisieron cruzar y una corriente los alcanzó», explicó Carrillo Venegas mientras se realizaba el operativo de búsqueda del joven de 23 años.
Ahí estaban los padres de los hermanos Miranda quienes declinaron dar entrevistas y pidieron respetar el dolor de haber perdido a Rebeca y la incertidumbre de lo que pasó con Hugo, sus dos únicos hijos.
Carrillo Venegas detalló que el cuerpo Rebeca fue localizado a la altura del conocido como puente amarillo, en las inmediaciones del Cañón del Matadero y libramiento Rosas Magallón, a cinco kilómetros del lugar donde desapareció; la adolescente estaba por egresar de la preparatoria y tenía el sueño de ingresar a la Universidad Autónoma de Baja California.
Sobre la búsqueda de Hugo dijo que se notificó a las autoridades de Estados Unidos para «en caso de que el cuerpo haya sido arrastrado hacia la frontera o haya pasado la frontera, que ellos tengan los datos para la recuperación (…) Se notifica al CBP, al salvavidas del área de San Diego e Imperial Beach (California), y al mismo tiempo el CBP hace la notificación a las demás autoridades estadunidenses».
En 2010 se vivió otra tragedia
Tijuana tiene en la memoria un caso similar ocurrido en 2010 en el Cañón de Los Laureles, muy cercano al Cañón del Pato. En aquella ocasión las lluvias en enero arrastraron un auto con una familia; había tres niños, de 2, 5 y 10 años que murieron ahogados.
De este lado de la frontera se encontró el cuerpo de la niña de 10 años y unos días después voluntarios de la organización humanitaria Ángeles del Desierto -encabezada por Rafael Hernández- localizaron el cuerpo del niño de 2 y de la niña de 5, a una milla y media de la barda limítrofe, entre basura acumulada en un pantano.
En el caso de Tijuana, sobre los hermanos Miranda, Carrillo Venegas dijo que «en toda el área de alrededor entre 4.5 y 5 kilómetros, en toda esa distancia hay bastante escombro, hay vehículos que son chatarra, hay lugares difíciles de poca visibilidad y aparte la búsqueda es superficial la que traemos, queremos ser más enfáticos en la búsqueda» del joven que quería estudiar una especialidad en medicina del deporte.