“El hombre no tiene la última palabra, la tiene Dios”: migrantes conservan esperanza de llegar a EU
Tijuana, 21 de enero. A pesar de que la aplicación CBP One fue cancelada por Donald Trump, dejando a muchos migrantes varados, varios mantienen la esperanza de cumplir el sueño americano y, aunque son pocos, siguen llegando a la garita de El Chaparral esperando una respuesta.
Los migrantes provienen del sur de México y de otros países, muchos de ellos ya tenían citas programadas esta semana para solicitar asilo en Estados Unidos, por lo que ahora buscan información sobre qué pasará con sus casos.
En los alrededores del Chaparral hay carteles con información sobre los albergues seguros en los que pueden encontrar alojamiento y comida. El Centro Integrador para el Migrante (CIM) “Carmen Serdán” también recibió el lunes 20 de enero a decenas de personas varadas.
Ricardo, originario de Michoacán, ya estuvo viviendo en Estados Unidos, país al que entró como indocumentado, pero fue expulsado. Sus hijos nacieron allá y ahora esperaba regresar con ellos mediante la aplicación CBP One.
Mencionó que su cita era el miércoles 22 de enero, por lo que espera que su situación pueda solucionarse, pues lo único que quiere es trabajar y salir adelante.
“Como todo mexicano, no rendirnos y la vida sigue, y si no se puede por este medio, buscar otro medio, siempre y cuando sea legal (…) tengo fe en Dios, las cosas se van a dar”, expresó.
Por su parte, Aylin Gámez mencionó que llegó este martes a las 5 de la mañana a la garita para buscar información respecto a su cita, sin embargo, personas a bordo de una camioneta los engañaron y tomaron sus documentos con el pretexto de brindarles ayuda.
Relató que dichas personas estaban encapuchadas y en ningún momento quisieron identificarse, pero les insistieron en subirse al vehículo.
Aylín dijo que en su trayecto ha sido testigo de secuestros y otros abusos contra los migrantes, por lo que no quiso irse con esa gente, pero sí les dio sus documentos originales.
A pesar de estos contratiempos, confía en que si llegó hasta esta frontera es porque podrá cruzar a Estados Unidos.
“La verdad soy creyente, yo siento que el hombre no tiene la última palabra, la tiene Dios y yo sigo con mi fe intacta. El sacrificio, dormir en la calle, lo duro que fue llegar hasta este punto… alguna respuesta tendrá”, manifestó.
