Casi 20 años de rastreo y 2 resultados fallidos no la desalientan, sigue buscando a su hijo
Mexicali, 13 de enero. A 18 años de búsqueda, dos resultados positivos dudosos y uno negativo, Irma Leyva no ha dejado de buscar a su hijo, Diego Alonso Hernández Leyva, quien desapareció el 13 de enero de 2007 cuando era agente ministerial.
Como cada año, convertida hace tiempo en activista del colectivo Madres Unidas y Fuertes, durante la ceremonia por el aniversario de la desaparición de su hijo y de otras personas recordó que han querido entregarle -incluso con advertencia de multa y hasta cárcel si no la recoge- la osamenta localizada hace dos años en el canal Tulichek de Mexicali.
Explicó que hace dos años el entonces fiscal Ricardo Carpio le informó que habían localizado los restos de su hijo, «hasta la gobernadora Marina del Pilar (Ávila Olmeda) me habló, pero yo no creía y no recogí los huesos que supuestamente pertenecían a mi hijo Diego».
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La Fiscalía General del Estado (FGE) había hecho un estudio genético de los restos encontrados y le aseguraron que eran de su hijo, pero pidieron un segundo análisis a la FGR que dio resultado negativo, pero por segunda vez la instancia estatal de nuevo asegura que sí son Diego Alonso.
«Yo sigo sin creerles, me dicen que sí, luego que no y otra vez que sí», lamentó y cuestionó que en el tema de los desaparecidos las autoridades digan mentiras o verdades a medias.
«Mi hijo cumple 18 años de desaparecido, pero hay cientos de madres en nuestra misma situación, nuestra lucha seguirá», advirtió al anunciar que irá por una instancia internacional para que haga un cuarto estudio de los restos localizados.
Los activistas lanzaron globos de color amarillos recreando el llamado a sus seres queridos que siguen en calidad de desaparecidos.
