Opinión

¿Tiene razón López Obrador en proponer Sembrando Vida como parte de una política migratoria conjunta con Estados Unidos?

Por: Jesús Javier Peña / Voces de El Colef

La llegada Biden a la Casa Blanca generó optimismo sobre el surgimiento de maneras más humanas y eficientes de hacer política migratoria. Las personas migrantes también lo sintieron. Por lo que la reactivación de los flujos migratorios desde Centroamérica y México hacia Estados Unidos una semana antes de que Biden tomara posesión era esperada.

Biden y López Obrador tienen algunas ideas en común sobre migración. Ambos piensan que la migración irregular a Estados Unidos se puede disminuir con desarrollo económico en las regiones de origen. En México López Obrador puso esa idea en marcha a través de programas como Sembrando Vida. Los resultados de este programa son difíciles de cuantificar en relación a su impacto en los flujos migratorios debido principalmente a que no se diseñaron indicadores para este propósito.

Sembrando Vida, desde Jaltianguis, Oaxaca. Foto: Presidencia

No obstante, López Obrador debe de pensar que sí está dando resultados, por lo que dedicó parte de su discurso en la Cumbre de Líderes Mundiales sobre Clima para impulsar Sembrado Vida como una estrategia que se podría ampliar a Centroamérica  para atender el cambio climático y reducir la migración irregular a Estados Unidos.

Poco más de una semana después de la Cumbre, en una reunión virtual con la Vice Presidenta Harris, se reforzó la importancia de brindar asistencia mutua a los países del  Triángulo Norte centroamericano. Para Centroamérica, la propuesta de López Obrador es implementar un Sembrando Vida complementado con un programa de visas de trabajo y un eventual camino a la ciudadanía estadounidense.

¿Qué impacto tendría en disminuir los flujos migratorios irregulares que transitan por México rumbo a Estados Unidos la implementación de este Sembrando Vida con una ruta de migración a Estados Unidos?

Por un lado, hay migrantes como Gloria, una joven hondureña madre de dos hijos que entrevistamos el año pasado en Ciudad Juárez como parte de un estudio sobre la población solicitante de asilo que realizamos en el Colef. Ella tuvo que salir de su país para proteger a su hija de 13 años de ser agredida sexualmente por su padrastro. En su caso, poco le va a hacer cambiar de parecer 250 dólares al mes a cambio de sembrar árboles frutales, y esperar tres años para tal vez obtener una visa de trabajo para Estados Unidos. Este tipo de migración no se vería afectada. Seguiría habiendo un flujo importante de migración solicitante de asilo por causas asociadas a violencias.

Pero, ¿qué hay acerca de la migración laboral o por razones económicas? Numerosos estudios de migración realizados en diversos tiempos y latitudes han demostrado que la relación entre desarrollo económico y migración no es lineal inversa. Es decir, que a más desarrollo haya menos migración. Por el contrario, el desarrollo económico tiende a aumentar la migración en el corto plazo. Por lo que podemos esperar que los ingresos adicionales producto de Sembrando Vida van a ser utilizados por más de un hogar para financiar un viaje a Estados Unidos. Sembrando Vida no va a parar la migración económica o laboral en el corto plazo.

En su diseño, Sembrando Vida luce como un programa perfecto para nuestros tiempos ya que busca atender dos retos fundamentales para la humanidad como son el cambio climático y la desigualdad económica. Como causas, estos dos retos están asociados a la migración. La clave está en que Sembrando Vida funcione como un medio de migración regular hacia Estados Unidos. Sembrando Vida con una ruta de migración a Estados Unidos no va a parar la migración, pero tiene el potencial de contribuir a hacerla más un poco más segura y ordenada en el largo plazo. Por lo que me parece acertado que López Obrador quiera insertarlo dentro de una estrategia conjunta de política migratoria con Estados Unidos.

Investigador del Departamento de Estudios Sociales / El Colegio de la Frontera Norte

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