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Opinión

Musa Verde | Ubicuidad

Por: Horacio de la Cueva

Aunque el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española califica a la ubicuidad como sinónimo de omnipresencia y asocia a estos términos con un dios, aquí me refiero a una ubicuidad más palpable y preocupante, la del cambio climático y sus consecuencias.

Hablar de cambio climático es referirnos a las consecuencias del proceso que se inició con la quema de combustibles fósiles asociada a la Revolución Industrial en Inglaterra, impulsando al imperio británico a través de la rapiña de materias primas y humanos —en forma de esclavos— y la producción industrial.

Desde la Revolución Industrial la quema de combustibles fósiles —carbón, petróleo y gas natural— ha sido la fuente principal de energía de todas las economías. Las riquezas generadas y acumuladas no han sido gratis. Además de la aceleración de la liberación de los gases de efecto invernadero (gei) a la atmósfera, hemos devastado paisajes, destruido comunidades y civilizaciones y extinguido especies de todo el planeta.

Las consecuencias del cambio climático no se restringen a sociedades o clases marginales y países donde la explotación de combustibles fósiles sigue siendo rapiña. El precio y las consecuencias del cambio climático son ubicuas. No excluyo que esta ubicuidad sea la razón por la cual las sociedades más ricas, las tecnocracias, los intelectuales, los activistas y hasta los dueños del dinero se empiezan a preocupar por sus efectos incluyendo las ganancias de los dueños del dinero.

El cambio climático no sólo es ubicuo, es continuo. No nos podemos escondernos, evitar las noticias e ignorarlo. Ya en otras ocasiones he hablado de algunas de sus consecuencias. Resumiendo causas y efectos pero aumentando la lista queda así:

Las especies se mueven a nuevos lugares o algunas especies endémicas y raras se extinguen. En los océanos: 1) los países islas del océano Indo-Pacífico, como Tuvalu, con una producción mínima de gei, pueden desaparecer al ser inundados como consecuencia del aumento del nivel del mar. 2) El derretimiento de las capas polares aumenta el nivel medio del mar y la tasa de disolución de témpanos. La reducción de la superficie blanca polar que refleja luz hacia el espacio se convierte en un cuerpo obscuro de agua que retiene calor. 3) El calentamiento del océano profundo disminuye la velocidad de las corrientes marinas profundas con consecuencias negativas en la productividad oceánica, incluyendo las pesquerías. 4) El calentamiento de la superficie del océano permite la formación de huracanes con mayor fuerza y distancia de tránsito; Otis y sus consecuencias viven en nuestra memoria y descontento.

En los continentes e islas: 5) Los glaciares desaparecen, su escurrimiento y desplazamiento provocan inundaciones y deslaves. 6) Las sequías provocan hambrunas y la proliferación de desnutrición infantil y pandemias. 7) Los incendios destruyen bosques y selvas, el aumento de la temperatura del suelo lo esteriliza, impidiendo el crecimiento de plantas; un suelo desnudo está sujeto a la erosión por agua y por aire y deslaves. 8) La marginalización de capas sociales y pueblos nativos por deforestación los obliga a presionar depender de recursos naturales a su alcance. Una consecuencia ha sido la proliferación de “enfermedades emergentes” como el virus sars-cov-2 causante de la pandemia de covid-19. 8) Las contingencias ambientales en las ciudades, asociadas a eventos climatológicos locales o regionales, causadas por el uso indiscriminado de vehículos de combustión interna que emiten gei, ozono, óxidos de nitrógeno y otras preciosuras o por el humo de los incendios que viaja cientos de kilómetros.

Esta ni es una lista exhaustiva ni un motivo para desalentarnos o para culparnos mutuamente de los papeles que jugamos en la emisión de gei, la desertificación, la marginalización y explotación social. Esta aquí para que implementemos el cambio necesario para detener y revertir las consecuencias del cambio climático.

Podemos mantener el status quo para que el proceso de cambio climático continúe, con las consecuencias que el panel de expertos del ipcc ha predicho y peor. Pero también podemos frenarlo, ameliorarlo y revertirlo. Debemos ir más allá de una adaptación al mundo que estamos creando, debemos crear un mundo que nos de orgullo.

Debemos exigir a nuestros servidores, mal llamados gobernantes, que nos aseguren ese mundo que merecemos. Trabajemos por un voto y gobierno verdaderamente verdes, no para el PVEM.

El voto es libre, secreto y determinante. Ejércelo.

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