Los efectos en la frontera norte de México frente a la nueva política comercial de EU
Con la llegada del presidente número 47 de los Estados Unidos, Donald Trump, el mundo se ha visto convulsionado, especialmente a partir del anuncio sobre la imposición de aranceles a sus principales socios comerciales (en el T-MEC) y a otros países con los que mantiene un déficit comercial, particularmente China. El 2 de abril de 2025, Trump anunció un 10% de impuestos a todas las importaciones estadounidenses y tarifas más altas para aquellos países cuya balanza comercial sea desfavorable para EE. UU., amenazando con subir aranceles a quienes cuestionen su decisión. Este anuncio ha causado caos y preocupación entre países afectados, incluido México, ya que representa un golpe a la globalización económica que ha dominado el mundo desde la segunda mitad del siglo XX.
El argumento para esta política proteccionista se basa en la narrativa de que, en las últimas décadas, EE. UU. ha sido explotado por otras economías, culpando a naciones como México por el proceso de desindustrialización que ha dejado a su fuerza laboral de cuello azul en mala situación económica. Esto se debe al desempleo generado por la salida de empresas que han relocalizado sus actividades productivas fuera de EE. UU., principalmente en México y Canadá, aprovechando el Tratado de Libre Comercio (T-MEC). Habría que señalar que esto no es del todo cierto. En su narrativa, Trump también incluye a la migración internacional y al tráfico de estupefacientes como responsables de la situación actual en EE. UU.
Trump culpa de su desequilibrio comercial a potencias económicas como China y la Unión Europea. Con China tiene su mayor déficit comercial, de 295,000 millones de dólares, e importaciones de 440,000 millones de dólares, este déficit lleva por lo menos desde el año 2000. La Unión Europea presenta un déficit de 236,000 millones de dólares, frente a 606,000 millones en exportaciones desde los Estados Unidos (Según datos de la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU.), y de acuerdo con el departamento de Agricultura de EE.UU., en 2024, este país exportó a la UE productos agrícolas estadounidenses con valor de 12,800 millones de dólares.
No es el propósito de este escrito ahondar en cómo se ha gestionado dicha política, ya que ha sido ampliamente abordado por la prensa y analistas. Lo que interesa es el caso de México y las condiciones bajo las cuales se ha incorporado al proceso de relocalización industrial que EE. UU. ha impulsado.
Se destacan cuatro temas: 1) Las grandes corporaciones de EE. UU. inician un proceso de relocalización para reducir costos y elevar competitividad desde la década de los años 70 del siglo XX; 2) Desde los años 80, las corporaciones aprovechan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para una efectiva coordinación global en la producción; 3) México presenta bajos costos de producción y una localización estratégica, lo que ha permitido que ciudades como Hermosillo, Puebla, Aguascalientes, y Toluca, entre otras, se conviertan en centros de producción de automóviles, mientras que Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez se especializan en actividades tecno-productivas de la electrónica de consumo, equipos eléctricos, productos y equipo médico, entre otros. De acuerdo con datos del INEGI sobre empresas manufactureras de exportación, incluyendo transporte, reportó a nivel nacional una ocupación de 5 millones 800 mil trabajadores y exportaciones por un valor de casi 480 mil millones de dólares en 2023, exportaciones cuyo mercado principal es EE. UU.; 4) Estas estrategias de relocalización han permitido a las redes globales de producción ofrecer a la población estadounidense el acceso a productos de calidad a precios competitivos. La imposición de aranceles en estas ramas es altamente compleja, debido a que una parte importante de las partes y componentes de estos productos provienen de los Estados Unidos, mientras que otros vienen de Canadá, China o la UE, y el cálculo de un arancel pasa por el conocimiento de la composición de la cadena de valor (esto reafirmado por declaraciones del CEO de General Motors a CNN el pasado 29 de abril de 2025). Un estudio del Federal Reserve Bank de Dallas de 2011 indica que después de 2006 se encontró que por cada empleo que se produce en la industria de exportación en el lado mexicano, en la frontera sur de EE. UU. Se crean también en empleos en áreas como logística y administración.
Como se mencionó antes, Trump ha vinculado injustificadamente el tema migratorio y el tráfico de estupefacientes con el tema arancelario, ignorando la importancia de la población migrante en actividades productivas en EE. UU. En tanto, en relación con el narcotráfico, no se reconoce el problema de salud pública que enfrenta dicho país en relación con las adicciones, buscando trasladar la responsabilidad de su solución a terceros países.
Finalmente, es relevante mencionar el papel de la presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum, quien ha enfrentado las amenazas de Trump, priorizando la colaboración y el respeto a la soberanía de México. Además, se ha propuesto expandir los lazos comerciales con otros países, particularmente hacia el sur de América Latina, como quedó de manifiesto en la reciente reunión de la CELAC.
Como se ha expresado en el Plan México, que busca ser la nueva política de desarrollo industrial en México, se debe aprovechar esta crisis para fortalecer el desarrollo industrial en todo el país, incluyendo de manera particular la frontera norte de México, con objeto de generar mayores encadenamientos productivos, por lo que se requiere mejorar la educación media superior y superior de esta región, apoyando proyectos de desarrollo tecnológico y buscando colaboración con instituciones educativas dentro del país y de la frontera sur de EE. UU. También se debe atender el problema urbano del lado mexicano, rediseñando las ciudades fronterizas con objeto de disminuir las asimetrías en la frontera de México con los EE. UU.
*Profesora-Investigadora del Departamento de Estudios Sociales
El Colegio de la Frontera Norte, A.C.
rbarajas@colef.mx