Javier Bátiz 60 años después
En un viaje a Tijuana, allá por 1962-63, los hermanos Waldo, Polo y Américo Tena, fundadores de Los Rebeldes del Rock, descubrieron a un cantante veinteañero ideal para sustituir a Johnny Laboriel, quien había decidido ser solista. Los Tena convencieron a Javier Issac Medina para integrarse a Los Rebeldes. El tijuanense llegó a la capital con el ánimo en alto, pero no se acopló al estilo del conjunto y emprendió su propio camino bajo el nombre de Javier Bátiz y tocando blues; así empezó a crear fama: nadie, en el entonces DF, bluseaba como lo hacía él. Con el tiempo Javier Bátiz creó un personaje infaltable en los cafés cantantes, en las pistas de hielo donde se hacían tardeadas de rocanrol; poco después la presencia del también llamado Brujo se hizo cotidiana en centros nocturnos, festivales y en algunos hoyos fonqui. Así transcurrieron las pasadas tres décadas del siglo XX, hasta que decidió retornar a su terruño: Tijuana. Aquí o allá, es innegable su permanencia durante 60 años en el historial rocanrolero mexicano.
En su visita más reciente a la Ciudad de México, El Brujo ofreció una charla en el Tianguis del Chopo junto con Norma Valdez y Álex Perales y el lunes 19 de febrero pasado, Bátiz asistió como invitado al estreno del documental Avándaro 52 aniversario en la Cineteca. Allí, durante el coctel, se echó unas rolas.
Diez días después, ya en su querida Tijuana, Bátiz fue internado de urgencia por una neumonía. A partir de ese día, los reportes médicos han sido difundidos por Claudia Madrid, esposa del músico, quien en la transmisión en vivo hecha el pasado 5 de mayo por Facebook dio a conocer el estado de salud del famoso guitarrista, cuyo diagnóstico señala complicaciones a causa de diferentes males: pasa por una situación muy difícil. Ante esta inesperada secuela y después de sus intervenciones quirúrgicas y la gran cantidad de estudios, los recursos económicos de la familia Bátiz-Madrid se han agotado y Claudia ha solicitado el apoyo de la comunidad rocanrolera. Quien desee aportar en efectivo puede depositar en la cuenta Banorte a nombre de Claudia Madrid Hernández 5264 2468 1245 1812. Cada óbolo cuenta.
Y el Chopo sigue a pesar de la invasión
No obstante a la temible globalización que padece la música y la moda, los pasillos del tianguis siguen recibiendo a nuevas generaciones de chavos skaterpunks, darkys, surfings, metaleros, hiphoperos, rocanroleros, quienes pasean sus atuendos sabatinos entre los puestos instalados en Aldama, entre Sol y Luna, área legalmente otorgada al Tianguis del Chopo por autoridades de pasadas administraciones. Sin embargo, la actual alcaldía se ha hecho de la vista gorda ante la invasión de vendedores ambulantes de todas las banquetas que circundan la Biblioteca Vasconcelos. Ninguna autoridad se atreve a poner un alto al desorden mercantil que se vive cada sábado en esa zona y que daña la imagen primigenia del Tianguis del Chopo.
PD: aún se extrañan visitas a este mercado de personajes como Johnny Indovina, Bumbury, Jaime López, Bruce Dickinson, Burruchaga y se recuerdan las de Sinead O’Connor, Marciano Cantero, Paul Leduc, Lalo Tex, Pablo Cáncer, Arturo Huizar, Charlie Monttana, et al. Salú