publicidad
Opinión

Feminicidios en la gran fiesta nacional

Por: Meritxell Calderón Vargas

Las fronteras en el mundo son espacios donde la vigilancia y la seguridad se proporciona casi siempre a las empresas, a los comercios y nunca o muy poco a quienes trabajan para que funcionen esas fronteras: las personas trabajadoras y habitantes de la región.

En Ciudad Juárez se sigue documentando la violencia feminicida que no ha cesado; las mujeres trabajadoras a expensas de la suerte, expuestas a ser víctimas del crimen organizado o de algún tipejo que le alcanzan la moral y el dinero para asesinar. Si no fuera suficiente, ahora, hasta debemos estar alertas de los asesinos en serie que viven en Estados Unidos y cruzan la frontera hacia México para asesinar mujeres y niñas.

En Tijuana los feminicidios son nota común, los noticieros estos días nos hacen despertar para saber no solamente de asesinatos de cantidades exageradas de personas y de mujeres, se escucha de violencia sexual a menores por parte de sus familiares o profesores y se habla de hombrecillos que desaparecen niñas como si fueran partes de vehículos, sin castigo ni temor. Son las excepciones que llegan a un castigo para el feminicida o perpetrador.

Las familias de las víctimas, las defensoras, periodistas y activistas parece que nos preocupamos más por que se castiguen a los agresores, al menos con cárcel y que nos preocupa conservar la memoria histórica de la defensa de los derechos humanos en nuestra región.

Para que el feminicidio o asesinato de una mujer sea investigado en Baja California se tiene que contar, al menos con dos factores: una familia -por lo general la mamá- de la víctima que busque justicia, y dos, que los medios de comunicación solidarios difundan la información dando voz a las familias.

Es importante reconocer el reciente análisis que ha hecho la Fiscalía Estatal para lograr dar con el nombre del feminicida de, al menos, tres mujeres que se dedicaban al trabajo sexual y que fueron enganchadas por este tipo mediante gratificaciones económicas y cenas en restaurantes de la Zona Río de Tijuana y así llevarlas a un “lugar privado” donde las asesina.

El fiscal bajacaliforniano comparó a este feminicida binacional con Ted Bundy, pero creo que se le cruzaron los asesinos en serie, en todo caso, y como se dijo por A. Badía en el podcast “Notas del más acá”, se asemeja al asesino de “Greenriver” o a otros que asesinaban de manera más específica a mujeres u hombres trabajadores sexuales.

Sabemos que el asesino es un debilucho que busca mujeres no muy altas ni corpulentas para que no opongan fuerza para repeler los ataques que él no pueda resistir, sabemos que es una persona que puede seguir asesinando y que cruza por la garita de San Ysidro entre Tijuana y San Diego; la Fiscalía local cuenta con sus huellas digitales y puede investigar otros feminicidios de mujeres trabajadoras sexuales cometidos en hoteles y moteles en la región – como ya lo sugieren en diversos espacios periodísticos-. Hay que entender que los hoteles y moteles que no toman estrategias serias para prevenir los feminicidios que en ellos se cometen: son cómplices.

No olvidamos que Tijuana Coqueta y otras campañas despreciables siguen en los planes de algunos actores políticos degenerados que solo piensan en nuestra ciudad como un centro de diversión “para caballeros”. Sí, Tijuana ha sido un espacio para la eterna fiesta desde siempre y ojalá eso no cambie, sin embargo, la fiesta no tiene que implicar el tráfico de personas y el envenenamiento con droga de mala calidad a personas en situación, ya de por sí, vulnerable. La fiesta no tiene que costarnos la seguridad ni la integridad física y sexual y la fiesta puede seguir siendo binacional.

Los que asesinan mujeres en la frontera norte de México, ya sea por Juárez o Tijuana, en muchas ocasiones van a tener alguna relación de tipo binacional y esto solo se ha utilizado, a la fecha, para usar la vida de las mujeres como alimento a la gran máquina de las maquiladoras y el lobo feroz que las acecha, en inglés y en español.

La estrategia binacional ya existe durante años para atender varios factores que preocupan en esta frontera, poco se habla de los crímenes de odio y muy poco de los feminicidios, hacen falta más espacios públicos y transparentes que alienten a la comunidad a participar en estas estrategias y generar un bienestar y tranquilidad generalizada y no simulada.

Se pueden prevenir los feminicidios de quienes se dedican al trabajo sexual y de las personas que asisten a encuentros sexuales en hoteles o moteles que sin necesidad de intercambio económico que asisten a hoteles o moteles. Los hoteles pueden recurrir a acciones como las realizadas por algunas empresas hoteleras debido a la emisión de la Alerta de Género en la Ciudad de México, donde daba en la mano para llevar al cuarto a cada persona que pasó a los cuartos de hotel o motel, un botón de emergencia que al activarse inicia un protocolo de acción donde se cierran las puertas del lugar y se atiende la emergencia de manera inmediata.

Reconocer perfiles y formas en que los depredadores “cazan” a las víctimas en la región es parte de las acciones que se pueden realizar de manera comunitaria y colectiva. Saber quiénes y cómo son, cómo se mueven y por dónde andan. Al menos entre nosotras:  las defensoras, las periodistas y las activistas, para empezar.

Si existen estrategias a nivel binacional, que, hasta el momento, no se han hecho públicas por desconocer cómo se transparenta esta información u otras razones, se deben llevar a cabo desde una perspectiva de género para asegurarnos de no culpabilizar a las víctimas y de brindarles protección a las sobrevivientes que puedan proporcionar información y a las familias de las mujeres asesinadas.

La población está cada vez más enterada de lo que sucede en los ámbitos político y migratorio, muchas personas en Baja California y California podemos “comparar notas”, intercambiar ideas y llegar a pensar en conjunto de formas binacionales innovadoras y coordinadas para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas en la región y continuar la grandiosa y perfectamente injusta fiesta binacional.

Related Posts