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Opinión

El último lector | ¡Esta es la Fiesta Pedagógica, profesores!

Por: Rael Salvador

La Nueva Escuela Mexicana (NEM) cambia la particularidad —lugar que se hizo común en su práctica— que conocíamos de la Vieja Escuela Neoliberal.

Quienes permanecieron, por décadas, acríticos de la Escuela Neoliberal, esa vieja “fortaleza”, muy parecida a una “cárcel encantada” (con sus monigotes “Disney”) o a una zona de impacto privado —que se vendía al mejor postor, no sólo editorial o sindicalmente—, territorio siempre cercado por sus policías pedagógicos y sus guardianes económicos, no comprenden ahora el proceder de la Nueva Escuela Mexicana.

El proceso de la NEM, fundamentado en el Artículo 3º, tiene como misión vital recuperar su rostro “público” de la educación, ponderando su carácter constitucional y dejando atrás la abusiva injerencia a su mandato, aprovisionado por sexenios inútiles. Al ser la educación en México: “Pública, Gratuita, Universal, Inclusiva y Laica”, dicta como prescripción inalterable que “toda persona tiene derecho a la educación, fundamentada en el respeto absoluto de la dignidad, con enfoque de derechos humanos e igualdad sustantiva; para desarrollar todas las facultades del ser humano y fomentará el amor a la Patria, las libertades, la cultura de paz, la independencia, la justicia, la honestidad y los valores”.

El compromiso operativo de la NEM (encomendado, por ley, de lleno, a todo el país), logra, como primer paso, que los operantes del viejo modelo escolar sean despojados en su más “caro anhelo”: la concertada compra de insumos didácticos —réplicas de programas alternos, planeaciones didácticas simuladas, manuales de toda índole, etc. (impotente decoro, surgido del ímpetu “competitivo-monetario” de las escuelas privadas, sobre todo para alentar el gasto-anzuelo-esperanza del padre de familia solvente)— a las ya casi “institucionales” telarañas editoriales que le generaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) un monstruoso gasto multimillonario sin resultados óptimos ante ningún órgano pertinente, sobre todo al de casa, encargado de velar por su propio “bienestar”, me refiero a la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares, conocida como ENLACE (sujeta siempre a caprichosos designios internacionales).

Nunca fue la niñez escolarizada, y su logro académico, la preocupación principal de la Vieja Escuela Neoliberal, sino el “ensamble” de estas hordas domesticadas e instruidas —¡encolerizadas!— a la sociedad, paralelamente consumista y depredadora (es decir, neoliberal), ya que eso lo tenían garantizado con la educación fuera de la pedagogía crítica.

Hoy por hoy, la educación mexicana va a “fortalecer la escuela pública, promover los valores de solidaridad, honestidad, respeto, vinculación con la comunidad, justicia social, aprecio a la naturaleza y capacidad para resolver problemas reales y cotidianos; y no como antes que se privilegió el individualismo, la desvinculación de la comunidad y un conocimiento memorístico”.

La NEM, un movimiento —vivo y en marcha, “en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”*— en oposición a la Vieja Escuela Neoliberal, fundamentado y argumentado desde la recuperación de la SEP, quien planteó que podrían existir otras posibles alternativas al modelo escolar convencional, a favor de la calidad de vida, opuesto a la desvalorización de los docentes, porque eso ya no es posible —cambiamos en esta aurora o seguimos jodidos, precisamente porque nos están jodiendo—, y avocarse urgentemente a confiar, reconocer y valorar el trabajo de las maestras y los maestros que diariamente están en las aulas.

¿Poca cosa? Sólo observen, con mirada límpida, el lastre que exhiben la TV y la prensa “nacionales” —en un disfraz de rabia sin provecho—, sembrando dudas y rumores, en una intentona —por todos ya conocida, por tan sobada, por tan repetida, por tan ridícula— de instalar una desesperada realidad ficticia a través de sus filiales, las “benditas” redes sociales y otros medios afines a su comunicación.

¿Quiénes son estos detractores y apologistas al proyecto de nación? ¿Por qué acusan al modelo educativo de la NEM de comunista?

Ante esto último, lo inteligente es no perderse intentando dar con una respuesta a la medida de su desconocimiento y caer en su mismo laberinto.

Lo que sí es válido decir es que “sus hijas e hijos aprenderán desde una perspectiva humanista, científica, de igualdad, diversidad, justicia social e inclusión”.
Y como solicita esta Fiesta Pedagógica: “¡Hagan suyos los Nuevos Libros de Texto Gratuitos, denles vida!”.

raelart@hotmail.com

*Fragmento del poema “Te quiero”, de Mario Benedetti.

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