El señor Trump no es como lo pintan… es peor
Del 5 al 8 de noviembre se celebró el III Coloquio. El impacto de las migraciones en el mundo globalizado, organizado bajo la égida de varias dependencias del Instituto Nacional de Antropología e Historia, entre las que destaca el Museo de las Culturas del Mundo, donde previamente se habían efectuado dos eventos bajo el mismo rubro temático. Este acto cobra importancia especial debido a que hoy existe una coyuntura que altera muchos de los elementos que le otorgaban una identidad más o menos precisa al fenómeno migratorio.
Hoy existen muchas migraciones de diversos tipos; las hay de carácter laboral, otras ocurren debido a desastres ambientales, miles de migrantes huyen de la delincuencia organizada en sus países de origen, otros escapan del terrorismo de Estado, hay quienes incluso consideran al turismo un hecho migratorio y no faltan quienes clasifican a la propia Taylor Swift como una reiterada migrante debido a sus múltiples giras.
Los migrantólogos no se han puesto de acuerdo en definir con certeza el fenómeno que analizan, pero se puede aseverar que éste ocurre cuando determinados individuos o grupos sociales buscan un mejoramiento en sus condiciones de existencia ya sea material o anímica y para ello recurren a variados tipos de diásporas o desplazamientos de unos territorios planetarios a otros.
Es de hacer notar que las migraciones más estudiadas han sido las que se han efectuado del siglo XIX a nuestros días, aun cuando el fenómeno migratorio se ha realizado desde la aparición de los primeros homínidos. Pero las migraciones efectuadas en estos dos últimos siglos han sido básicamente de carácter laboral, ya que en los países capitalistas desarrollados donde han tenido lugar varias conquistas de las capas trabajadoras nativas, las clases dominantes han recurrido a expansiones de tipo colonial o imperialista para explotar a la mano de obra barata en zonas subdesarrolladas o bien han importado laborantes de esas mismas zonas para generar un proletariado con características decimonónicas, en las últimas décadas del siglo XIX y en todo el siglo XX y parte del XXI.
Es decir, se trataba de formar un proletariado sometido a la sobrexplotación sin derechos y prestaciones laborales, sin servicios asistenciales y sanitarios y harto punible y desechable.
Sin embargo, en la esfera de los explotados empezaron a darse luchas para lograr mejores condiciones existenciales y de nivel de vida, conformando diversas organizaciones de migrantes que en buena medida han logrado diversas formas de ascenso social en los países receptores. Esto se puede comprobar, testimoniando las luchas que hacen nuestros compatriotas especialmente en Estados Unidos de América. Esto ha generado alarmas y alertas en los sectores que están en la cúspide y la dominación y que se oponen fervientemente al mejoramiento de esas condiciones de existencia.
En lo personal, y ya como miembro del seminario permanente de estudios chicanos y de fronteras he conocido, como decía Martí, las entrañas del monstruo. El gran escritor Paul Auster opinaba que de la extraordinaria ciudad de Nueva York se podía decir lo mejor y lo peor. Pienso que de Estados Unidos se puede decir lo mismo. La nación donde nació Lincoln es un país pletórico de hechos positivos y magnificentes pero, a la vez, en su seno las ideologías dominantes han procreado amplios grupos de encarnizados xenófobos, furibundos racistas y mitómanos que creen pertenecer a un pueblo elegido, así como Hitler creía en el suyo y el genocida Netanyahu en el propio.
En esa extraordinaria nación de científicos excelsos y sabios científicos notables existen millones de hombres y mujeres que piensan como Donald Trump y por ello éste representa lo que algunas personas llaman el ugly american (el americano feo).
La América trumpiana se halla en decadencia y por ello su principal representante concibe una feroz política antimigratoria que piensa llevar a cabo, aunque sea parcialmente. En este marco, se impone necesariamente la defensa de nuestros compatriotas migrantes, lo cual no puede ser solamente una tarea parcial y erizada de dificultades del gobierno mexicano, sino que ante todo corresponde a las organizaciones de trabajadores mexicanos en diversas ramas de la economía y los servicios, fortalecer la solidaridad con aquellos connacionales que aspiran a un mejor futuro para ellos y para sus hijos.
Esta convocatoria a un espíritu de lucha se presentó cálida e inteligentemente en el coloquio antes mencionado que se puede consultar en la plataforma de YouTube en INAH TV con el título III Coloquio. El impacto de las migraciones en el mundo globalizado.
*DEAS-INAH