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Opinión

El precio de la Vaquita| Musa Verde / Horacio de la Cueva

Por: Horacio de la Cueva

Salió a colación en “la mañanera” del Presidente López Obrador el tema de la Vaquita marina (Phocoena sinus). Este es el cetáceo (ballenas, delfines, marsopas) más pequeño y más cercano a la extinción —suponemos menos de 14 individuos — . En la mañanera se habló de yates, contaminación y defensores de la Vaquita, pero no del precio y la responsabilidad del cuidado y supervivencia de la especie, su hogar y los pescadores con los que comparte espacios.

La Vaquita evolucionó en el alto Golfo de California y sólo allí vive. Ahora su hogar está comprendido en la Reserva de la biosfera del delta del río Colorado y el alto golfo de California. Es el cetáceo con la distribución geográfica más restringida. Su futuro depende de las reglas de protección a la Vaquita y la pesca legal y sustentable que el gobierno federal imponga, así como del apego a estas reglas de quienes viven de las pesquerías de la región.

Es responsabilidad del gobierno mexicano proteger los recursos del país para el beneficio de todos. Es responsabilidad del gobierno y los ciudadanos cuidar a la Vaquita. Esa responsabilidad gubernamental le corresponde, por razones extrañas, a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, especialmente a su Oficina de Mamíferos Marinos.

Esta oficina se apoya en las recomendaciones de la Comisión Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA) para impulsar la conservación de esta especie y de las pesquerías de la región. Para conocer la condición de la población de Vaquita, cada año se hace una estimación de su número y la tendencia de su población. El CICESE y la CONANP utilizamos sensores acústicos anclados en la zona de distribución de la Vaquita para el estudio, la forma más barata y confiable de estimar su número. Estos son animales difíciles de observar directamente, se alejan de cualquier embarcación de motor. El precio de este ejercicio, patrocinado por el gobierno federal, es de 2 millones de pesos al año. Mucho más barato que el de los cruceros con resultados menos confiables.

La causa principal del camino a la extinción de la Vaquita es que muere ahogada en las redes agalleras a la deriva utilizadas para la pesca ilegal de la totoaba (Totoaba macdonaldi, una especie protegida). Su buche (vejiga natatoria) es vendido ilegalmente y a grandes precios en el mercado Oriental.

El precio de esta pesquería y la protección de la Vaquita van más allá de las especies y los gobiernos. Para proteger a la Vaquita de morir en las redes agalleras legales el gobierno del Presidente Peña Nieto compró licencias, botes y redes a los pescadores y subsidió la vida de muchos de ellos. Las comunidades más cercanas a la Vaquita, San Felipe, BC y Santa Clara del Golfo, SON han pagado el precio de no haber recibido suficiente ayuda para diversificar su economía una vez que colgaron las redes. Aunque la totoaba se cultiva en instituciones académicas, UABC, CICESE, CIBNOR (BCS) y CIAD (SON), no existe el cultivo comercial que pudiera dar una forma de vida sin pobreza a estas comunidades.

De alguna forma, completamente explicable y fácil de seguir, los buches pueden partir de las dos comunidades pesqueras, atravesar fronteras y volar al mercado Oriental. El precio de esta corrupción lo paga el prestigio del gobierno y la vida de muchos involucrados.

El que la Vaquita sea una especie endémica que merece protección y que no haya recibido la atención necesaria por parte de las autoridades mexicanas (Semaranat, Profepa, Armada, Guardia Nacional, Agentes aduanales y otros) ha atraído a Organizaciones de la Sociedad Civil a hacerlo. Estas son tan diversas como El Museo de la Ballena de La Paz ayudando a los esfuerzos de la CONANP, el Natural Resources Defense Council (NRDC) promoviendo el boicot del camarón apoyado por la Ley de Protección de los Mamíferos Marinos de los EE UU y Sea Shepherd apoyando a la CONANP en la ciencia y a la Armada recogiendo redes agalleras(funcionando como mercenario pagado por donaciones extranjera), ha sido atacada y provocada por los totoaberos ilegales.

México puede pagar el precio de convertirse en un paria internacional de la conservación si la Vaquita se extingue. Nuestra defensa de la protección de mamíferos marinos en la Comisión Ballenera Internacional, nuestros compromisos con CITES para el comercio de especies protegidas, con la IUCN y la comisión de diversidad biológica se vendrían abajo. Salvar a la Vaquita y a las comunidades pesqueras lo haría ejemplo mundial de conservación.

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