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Opinión

Donald Trump: negacionista del cambio climático

Por: Iván Restrepo

Imposible, comenzar mi colaboración con optimismo. El nuevo mandato de Donald Trump significa un retroceso muy grave para el ambiente. Él es un declarado negacionista del cambio climático, del Acuerdo de París. Igual sus más influyentes asesores. En cambio es partidario del uso de los hidrocarburos, de extraerlos vía fracking. No apuesta por las energías renovables. Se opone a regular las emisiones de gases de invernadero por la industria. También, y aduciendo que es dinero de los contribuyentes de su país, a apoyar monetariamente a los organismos que buscan proteger la biodiversidad, asediada por doquier. Precisamente de la biodiversidad trato hoy en este espacio.

Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, suele ofrecer ­diagnósticos muy precisos cuando aborda temas de gran actualidad para la población en general. Por ejemplo, sobre las causas y los efectos devastadores del aumento de temperatura en el planeta. O sobre la necesidad de garantizar que el mar no se convierta en el sitio final de todo tipo de basura. Igualmente denuncia la irracional explotación de los recursos naturales en el mundo y cómo afecta a los más pobres.

Con motivo de la cumbre COP16 sobre biodiversidad que hace poco se celebró en la ciudad de Cali, Colombia, Guterres advirtió que la naturaleza «ya no puede ser tratada como recurso gratuito e infinito», y que los países deben abandonar sus actuales modelos empresariales y productivos y remplazarlos por otros que permitan contribuir en la protección y restauración de la naturaleza. Por ejemplo, con energías renovables y cadenas de suministro sostenibles; políticas de cero residuos y economías circulares; agricultura regenerativa y prácticas agrícolas sostenibles. Todas estas líneas de acción, agregó, deben convertirse en la norma para los gobiernos y las empresas.

Guterres abordó igualmente un asunto que alude a México: garantizar la vida y seguridad de los defensores de la naturaleza, para quienes pidió el establecimiento de un órgano que facilite «que las voces indígenas sean escuchadas», pues es fundamental el papel que como guardianes de la biodiversidad cumplen los afrodescendientes y las comunidades originarias de numerosos países. Y destacó que lo más frecuente es que estos grupos sean ignorados a la hora de fijar las políticas sobre el ambiente en sus países y a escala mundial. Y con el agravante de que aquellos que defienden el ambiente son amenazados y asesinados.

Precisamente el año pasado, perdieron la vida cerca de 200 personas por ese motivo. Cuarenta y tres por ciento eran indígenas y el 12 por ciento mujeres. En México fueron 18 los asesinados. Todas las víctimas luchaban contra las industrias extractivas (como la minería y la deforestación de las selvas y bosques), la contaminación y el acaparamiento de tierras.

Y otro dato terrible: desde que en diciembre de 2015 se aprobó el Acuerdo de París sobre el cambio climático, han muerto violentamente más de mil 500 personas que defendían sus tierras y el ambiente. De todas las asesinadas en ese lapso, 85 por ciento lo fueron en América Latina y en este orden: Brasil, Colombia, Honduras y México.

Las cumbres COP sobre biodiversidad son fruto de la conferencia de Río de Janeiro (1992) en la cual la comunidad de naciones se comprometió a crear varias Cumbres con el objetivo de enfrentar las problemáticas ambientales que ponían en riesgo la vida humana. De allí surgieron también la COP de Cambio Climático y la de Desertificación que se realizan este año. La climática en unos días en Bakú (Azerbaiyán) y la de degradación de suelos en Riad (Arabia Saudita) en diciembre. Lo grave es que llevamos 32 años de encuentros y discusiones en esas tres grandes reuniones y el resultado casi siempre suele ser el mismo: un acuerdo final que se queda corto ante la crisis planetaria que estamos viviendo.

Al Inaugurar la COP16 sobre biodiversidad, el presidente colombiano, Gustavo Petro, señaló que de no lograr avances concretos, sería una más de discusiones y muchas palabras. Y agregó que ya eran 30 años de fracasos de dichas reuniones. Esta vez, igualmente hubo mucho de ello, pero igualmente avances importantes que bien vale la pena destacar el lunes próximo.

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