Opinión

Cisma en el MAGA de Trump: desafíos y reacciones de la derecha en EU

Por: Mónica García Durán

El movimiento Make America Great Again (MAGA), que irrumpió en la política estadunidense con la candidatura de Donald Trump en 2016, se enfrenta, hoy en 2025, a un momento crítico de autocrítica y posible fragmentación interna. En su segundo estadio en la Casa Blanca, el republicano hace rounds de sombra con otras naciones y líderes, abriendo frentes tras sus fronteras, mientras su política interior y, más aún, su relación con sus seguidores comienza a fragmentarse…

Una serie de acontecimientos recientes ha puesto de relieve las tensiones en el seno de ese movimiento, desde la renuncia de figuras clave hasta la crítica a la aceptación de nuevas tecnologías, así como los ecos contradictorios de la reunión del ex presidente con el alcalde electo de Nueva York.

Renuncia de Marjorie Taylor Greene: golpe a la cohesión

Uno de los eventos más significativos que ha sacudido al movimiento MAGA fue la anunciada renuncia de la representante legislativa de Georgia, Marjorie Taylor-Greene. Conocida por su defensa ferviente y a menudo controvertida de la agenda de Trump, su salida ha dejado un vacío significativo, resaltando las divisiones que ya existían dentro del movimiento.

La reacción del presidente Trump ante esta renuncia, descalificándola y acusándola de traición, añade una capa de conflicto que podría debilitar la unidad entre sus seguidores. Este tipo de reproche no solo desacredita a una de las figuras más visibles del movimiento, sino que también muestra cómo la lealtad al republicano se está evaluando y reconfigurando en un contexto que muchas veces prioriza la devoción personal sobre la cohesión de la ideología.

Otra amenaza que enfrenta el movimiento MAGA proviene de la creciente preocupación entre algunos sectores republicanos sobre el impacto de la inteligencia artificial en la economía y la seguridad de los ciudadanos. La aceptación incondicional de Trump hacia el auge de la tecnología plantea serias preguntas sobre sus implicaciones éticas y económicas.

Funcionarios republicanos han advertido que la falta de regulación en este ámbito no solo podría desestabilizar el mercado laboral, sino también poner en riesgo la seguridad de las familias estadunidenses. Este desencanto se refleja en una parte del electorado que, a pesar de haber apoyado a Trump, comienza a cuestionar su enfoque respecto a la tecnología, llevando a una reevaluación del liderazgo y de las prioridades del movimiento.

Desconcertante e impredecible reunión con Zohran Mamdani

La reciente reunión de Trump con Zohran Mamdani, el alcalde electo de Nueva York también ha fomentado divisiones palpables dentro del movimiento MAGA. Lo que se preveía como un posible «enfrentamiento socialista» se convirtió en un evento marcado por el cordial intercambio y el apoyo mutuo, desafiando las expectativas de un enfrentamiento ideológico que uniera a los seguidores bajo una agenda común.

Este cambio de dinámica, desconcertante e impredecible, generó un notable silencio entre los comentaristas asociados al MAGA, quienes habitualmente responden con entusiasmo a cada movimiento del expresidente. La falta de una respuesta unificada a esta reunión indica una lucha por establecer un marco ideológico claro y contundente dentro de la base conservadora.

El ambiente en línea, que tradicionalmente ha servido como un termómetro del fervor MAGA, se mostró sorprendentemente insensible ante este evento, lo cual podría sugerir un cambio en la percepción de la dirección que el movimiento está tomando bajo el liderazgo de Trump.

Los diferentes ecos dentro de la esfera conservadora —desde los leales a Trump hasta el ala más joven del movimiento America First— evidencian la dificultad de encontrar un punto en común en medio de las actuales contradicciones.

El movimiento MAGA y el Partido Republicano enfrentan riesgos significativos que podrían comprometer su continuidad hacia 2027. La fragmentación interna es una de las amenazas más apremiantes, evidenciada por la ruptura de figuras clave como Marjorie Taylor Greene, lo que puede diluir el apoyo electoral. Además, el escepticismo de Trump frente a las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, puede alienar a votar preocupados por

Los acontecimientos recientes sugieren un debilitamiento del control de Donald Trump sobre el Partido Republicano. La renuncia de Marjorie Taylor Greene, quien era apasionada defensora del presidente, cuestionando su liderazgo y políticas, al comparar su situación con la de una «esposa maltratada», es una clara muestra, aseguran los expertos

Además, la rebelión de republicanos en la votación bipartidista en el Congreso para obligar al Departamento de Justicia a liberar documentos sobre Jeffrey Epstein mostró un abierto desafío a la autoridad de Trump. 

Pero esta situación no va sol, se agregan: la victoria arrasadora de los demócratas en las elecciones de este mes; la caída de los números de Trump en las encuestas que antes le favorecían, -temas como la delincuencia y la inmigración, donde él y su partido llevaban ventaja- y una creciente percepción entre los votantes de que no ha cumplido su promesa central de campaña de reducir el costo de vida.

No, la situación no va bien para el presidente de los Estados Unidos de América… pero él sigue empeñado en no mirar de cerca.

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