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Opinión

Musa Verde | Virus y Fuego / Horacio de la Cueva

Por: Horacio de la Cueva.

Musa Verde | Virus y Fuego / Horacio de la Cueva

Nuestra vida ha estado dominada por dos preocupaciones: pandemia y fuego. ¿Cuándo se acabará la pandemia de Covid-19,  habrá otras? ¿Qué tan devastadores serán los fuegos de esta temporada y las siguientes? ¿Podremos controlar los fuegos?

Aunque el fuego y el SARS-Cov-2 —el virus de la pandemia Covid-19— no se parecen, ambos fechan y amenazan nuestras vidas. En el siglo XXI podemos atribuirles una causa común indirecta, las actividades humanas y sus modificaciones al medio ambiente local y mundial.

Tal vez nunca sabremos el origen exacto del SARS-COV-2 ¿brincó de murciélagos a humanos a través de los pangolines? Llegando finalmente en la carne de estos animales a un mercado de Wuhan, China? ¿Escapó del laboratorio de virus en la misma ciudad? ¿Es un virus diseñado como arma biológica que escapó del mismo laboratorio? La primera hipótesis parece ser la más sencilla y por lo tanto la más posible, pero hay razones políticas de todos colores para promover las tres sin dejarnos poner a competir a las tres contra los datos y la realidad. Conocer el verdadero origen del virus nos ayudará a prevenir y controlar pandemias futuras. Se sabe que los virus de fiebres porcina o aviar pueden brincar a los humanos en lugares de contacto íntimo  entre aves de corral o animales de granja. Pueden ser granjas paupérrimas donde humanos y animales comparten techo para resguardarse de las inclemencias del tiempo, pueden ser granjas porcinas industriales. Si la hipótesis de transmisión entre especies es la verdadera, es consecuencia de la sobreexplotación de recursos naturales y la transformación del paisaje.

Como crecen la “frontera agrícola”, la explotación forestal, la expansión urbana y la minería crecen, las áreas naturales disminuyen y la densidad de las poblaciones de animales silvestres aumenta. Al mismo tiempo, campesinos sin tierra, las naciones originales y otros grupos humanos inútiles al capitalismo son desterrados y sus formas de vida desaparecen. Se ven forzados, cuando pueden, a alimentarse de vida silvestre. Vida que bajo condiciones de alta densidad y ambientes empobrecidos son susceptible a enfermedades. Como hemos aprendido con las variedades de Covid-19, las altas densidades de contagiados de virus promueve sus mutaciones. Algunas de estas mutaciones serán capaces de infectar humanos. Estamos pagando muy caro las consecuencias. 

Los virus seguirán mutando causando pandemias. Debemos tener planes para controlarlas. Será más fácil controlar pandemias si crecemos sustentablemente.

Por mucho tiempo he argumentado a favor de los incendios naturales en los climas mediterráneos, como el del noroeste de Baja California, donde la descomposición de la materia muerta y su reintegración al suelo se da mediante sus ciclos naturales de fuego. Estos ciclos se han visto alterados por especies invasoras, principalmente pastos europeos que han acortan los ciclos. Sigo a favor de no suprimir estos incendios naturales, a menos que amenacen vida y propiedad. El ecosistema y sus ciclos debe continuar .

Hay dos razones principales del aumento de incendios en ecosistemas que no sean mediterráneos. El calentamiento global ha dado lugar a sequías, aumentando la suceptibilidad a incendios naturales o provocados. Bajo estas sequías los incendios han sido mas grandes y calientes de lo que conocíamos para todos estos otros ecosistemas. Es muy lamentable la pérdida de vida y propiedad, pero igual de lamentable y de consecuencia ambiental es la pérdida de ecosistemas boscosos o selváticos. La otra razón son los incendios provocados para la agricultura, la ganadería, la minería o la expansión urbana. Es en los bosques y selvas del mundo, donde la fotosíntesis convierte el bióxido de carbono en oxígeno, azúcares, carbohidratos. Estos son transformados por las células y almacenados en forma de madera, reduciendo la concentración de esta gas de efecto invernadero (GEI) de la atmósfera.

El panel internacional para el cambio climático (IPCC por sus siglas en Inglés) tiene suficiente evidencia para afirmar que el cambio climático es consecuencia del aumento de los GEI en la atmósfera y que la fuente principal es la quema de combustibles fósiles que, hasta ahora, impulsan la economía global.

Me doy a la  especulación educada conectando  estos incendios y la destrucción de selvas y bosques con la surgencia de nuevas enfermedades. Sin especulaciones pero con prisa debemos reducir nuestro consumo de combustibles fósiles y tomar todo paso posible para hacer nuestra vida sustentable.

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